Entre las partes más destacadas de su discurso se encuentran las siguientes:
De todos los compromisos institucionales que un intendente debe cumplir a lo largo del año, la apertura del período de sesiones ordinarias del Concejo Municipal es el más importante y significativo. Como expresión de la diversidad política de los ciudadanos, el Concejo es la caja de resonancia de todos los temas que tienen que ver con nuestro desarrollo y los desafíos que plantea la administración y gobierno del Estado local.
En estos 15 meses de gobierno nos propusimos resaltar algunos ejes transversales a toda la gestión, área por área. Hemos enfrentado las problemáticas más complejas con decisión y fuerza. El ejemplo más claro de ello es nuestra política de seguridad vial y ciudadana, donde la gestión municipal no ha tenido descanso y se acentuó en forma permanente para cumplir con nuestra promesa de privilegiar la protección de la vida No es simpático cobrar multas, pero más doloroso resulta llorar muertes que se pudieron evitar. No descansamos ni vamos a descansar en la tarea de generar conciencia en esa dirección.
Lo dije en el momento de mi asunción como intendente y lo sostengo con más firmeza que nunca: el diálogo y la búsqueda de consensos permanentes será la característica saliente de todas nuestras gestiones.
Recalco con la misma firmeza que el diálogo siempre es una vía de dos manos. Para que exista diálogo tiene que haber dos partes dispuestas a aceptarlo. Ello implica la posibilidad de que surjan disensos y discusiones, pero siempre en la búsqueda del bien común.
Quiero aprovechar esta ocasión para proponerles, con toda humildad, que no perdamos de vista las políticas de Estado que Rafaela necesita y en las que seguramente tenemos muchos más puntos de acuerdo que de disenso. La necesidad de mejorar nuestra provisión de agua potable y el uso racional del recurso es uno de esos temas centrales en los que Rafaela debe presentar un frente unido y sólido para gestionar, reclamar y hacer.
Hemos encontrado en el gobierno provincial un oído atento a nuestros planteos, aunque no siempre las respuestas fueron las que esperábamos conocemos la predisposición del gobernador Antonio Bonfatti para atender las demandas que, como representantes del pueblo de Rafaela, hemos trasladado a la provincia por resultar de su incumbencia directa.
En algunos casos avanzamos y se lograron dar pasos importantes para poner en marcha proyectos largamente anunciados y sucesivamente postergados.
Así sucedió con el convenio firmado para urbanizar en conjunto loteos que facilitarán el acceso de familias rafaelinas a su vivienda propia; o en el caso del predio que hemos donado para la construcción del futuro hospital. En otros, recibimos la promesa de solución y estamos a la espera de que esas promesas se transformen en respuestas concretas y efectivas. En ese sentido, todavía estamos esperando el depósito del dinero para expropiar los terrenos que serán destinados a las lagunas de retardo de crecidas, de acuerdo a la palabra empeñada por el gobernador el pasado 26 de setiembre.
No podemos dejar de mencionar que también hemos comprobado que hay otras demandas que no han sido satisfechas y para las cuales lamentablemente no hay respuestas. Pasan los años, el horizonte de concreción parece cada vez más lejano y mientras tanto el crecimiento de Rafaela se ve condicionado seriamente por el faltante de agua potable suficiente para abastecer a la población.
Un capítulo aparte merece el tema de la seguridad, la principal preocupación de los rafaelinos hoy en día. El esfuerzo del municipio para cumplir con su parte de responsabilidad en la atención de este tema excede largamente la contribución histórica que la ciudad ha hecho para atender esta demanda: más móviles y personal para la Guardia Urbana la instalación de las primeras 40 cámaras de video vigilancia, la construcción y equipamiento del Centro de Monitoreo con una erogación superior a los 10 millones de pesos anuales.
La acción del municipio no tiene descanso. Empieza en la política social, los programas de inclusión de jóvenes al sistema educativo, en la contención de las necesidades más inmediatas de los sectores más vulnerables. Se prolonga en las obras públicas, en la iluminación, en el mejoramiento de las vías de comunicación entre los distintos sectores de la ciudad. Se institucionaliza en el Consejo Consultivo Social y en el Consejo de Seguridad.. Y llega hasta el acompañamiento en la prevención del vandalismo y de situaciones de inseguridad a través de la GUR y el Centro de Monitoreo.
Pero todo tiene un límite. El municipio no tiene facultades para ejercer el poder de policía que la Constitución confiere al Estado provincial. Esta es una obligación que el gobierno provincial no puede delegar ni olvidar. El gobierno santafesino tiene que hacerse cargo de conducir políticamente a la policía, fijándole objetivos, controlando su funcionamiento y proveyéndola de los recursos humanos y materiales necesarios para esa misión. Y debe atender a esas necesidades con la misma preocupación en Rosario y en Santa Fe.
Les quiero pedir que, con la misma responsabilidad y celo puesto en esa función, no nos dejen solos en la tarea de reclamar lo que por derecho nos asiste. No podemos seguir haciéndonos cargo de responsabilidades que le competen a otras jurisdicciones del Estado. No es una cuestión de colores políticos, sino de defensa de los recursos de los contribuyentes de la ciudad.
Los rafaelinos no pueden ser postergados en la provisión de servicios esenciales como educación, salud y seguridad. Si levantamos nuestra voz es porque antes hemos puesto sobre la mesa lo que como ciudad debíamos poner.
Nos sentimos con el mismo derecho de exigir respuestas en materia de infraestructura que el Estado Nacional debe concretar, como también para solicitar apoyo financiero para obras de impacto directo en nuestros barrios. La autovía de la ruta nacional 34 y la construcción de la Variante Rafaela figuran siempre en puntos altos de nuestra agenda de temas con la Nación.
A través del Programa Más Cerca, el Estado Nacional comprometió una inversión de 16 millones de pesos en obras de pavimentación, saneamiento hídrico y ambiental, cordón cuneta y ripio, y recuperación de espacios públicos, que beneficiarán en forma directa a miles de vecinos de Rafaela. La ejecución del pavimento de calle Luis Maggi nos permitirá saldar una deuda histórica, pero también podremos llevar cloacas al barrio Nuestra Señora de Luján; ejecutar desagües en la prolongación de avenida Brasil; sanear el zanjón de calle Manuel Obligado; y también ejecutar otras obras de pavimentación, cordón cuneta y ripio en distintas calles. La iluminación y el mejoramiento de espacios verdes contarán también con valiosos recursos de este programa nacional. En todos los casos se trata de obras pedidas por los propios vecinos o por este cuerpo.
El Estado nacional invierte en las obras públicas para motorizar las economías locales y sostener el empleo. Es la materialización de las respuestas que la gente nos demanda.
En la misma dirección, hemos firmado un convenio con el Estado nacional para la construcción de 132 viviendas a través de la operatoria Procrear, que nos permitirá aportar soluciones a familias de clase media que no tienen acceso al crédito privado ni califican para recibir viviendas sociales. Ni para este convenio ni para los acuerdos firmados con el gobernador Bonfatti nos han pedido algo a cambio. Lo reitero, lo recalco y lo enfatizo: ni el gobernador Antonio Bonfatti ni la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ni ninguno de sus funcionarios, nos han pedido absolutamente nada para avanzar en los acuerdos de política habitacional alcanzados. En este recinto desmiento, por falaces y malintencionadas, las versiones que algún sector ha lanzado en el sentido de que a cambio de estas obras se promueve la llegada de familias carenciadas desde otros lugares, sean estos Santa Fe, Rosario o Buenos Aires. Acuso de trabajar en contra de la ciudad a quienes difunden estas versiones, a quienes las repiten como al descuido y a quienes las atizan desde las sombras con el sólo propósito de desacreditar lo que se logra para beneficio de la ciudad, en nombre de vaya a saber qué intereses políticos perversos.
Nuestra intención es continuar con mucha fuerza el impulso y acompañamiento del sector productivo a través programas como Rafaela Emprende, Aprender en la Fábrica; o actividades como el Congreso internacional de Comercio Exterior y la Exposabores.
En el mismo sentido, estamos trabajando en el fortalecimiento de la Agencia para el Desarrollo,
No queremos dejar pasar la oportunidad de revalorizar el ejercicio de la participación política de los jóvenes como una herramienta de cambio y transformación de la realidad. Bienvenida la fuerza delos ideales de los jóvenes que nos ayudan a evolucionar en nuestras posiciones y renuevan las motivaciones de quienes nos desempeñamos como dirigentes políticos.
Estoy convencido, por haber integrado este cuerpo durante muchos años y porque sé del compromiso que todos ustedes tienen con la ciudad y sus vecinos, que vamos a encontrar en este espacio un ámbito de comprensión sobre la magnitud de los desafíos que afrontamos y también un escenario propicio para el debate constructivo. Ofrecemos nuestra más amplia vocación de diálogo y la mayor predisposición a evacuar las consultas que crean oportuno realizar a nuestros funcionarios por cada uno de los actos de gobierno que llevamos adelante.
Queda mucho camino por recorrer y somos conscientes de que hay muchos aspectos a mejorar.
Pedimos, una vez más, que por encima de los matices que nos diferencian, continuemos llevando por buen camino las política públicas que hagan que nuestra querida Rafaela continúe siendo una ciudad que nos ayude a disfrutar en plenitud de nuestras familias y de nuestro estilo de vida.
Dejo formalmente inaugurado el período de sesiones ordinarias 2013 de este Concejo Municipal.
Por otra parte la oposición se mostró conforme con el discurso del Intendente. todos coincidieron en que, es los hablado en la reunión que tuvieron ambos poderes días atrás.
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