La justicia de los Estados Unidos investiga si la cuenta de la que el difunto fiscal Alberto Nisman era apoderado y que tenía como titulares a sus familiares directos y al empleado informático Diego Lagomarsino en el Merryl Lynch de Nueva York fue utilizada para lavar dinero. Así lo confirmó el juez federal argentino Rodolfo Canicoba Corral, quien lleva adelante una investigación similar, pero en los Tribunales de Comodoro Py 2002, reveló Tiempo Argentino.
La cuenta en Nueva York está a nombre de la madre de Nisman, Sara Garfunkel; de su hermana, Sandra; y de Lagomarsino. El fiscal era el apoderado y, según consta en la declaración de su ex mujer, la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, la propia hermana de Nisman le reconoció que era el ex titular de la UFI AMIA quien manejaba todo. El fin de semana, el diario Perfil publicó el detalles de quiénes depositaron dinero en esa cuenta, hasta superar los 660 mil dólares. El nombre del desaparecido financista Damián Stefanini se conocía desde hacía algunas semanas. Ahora hay otras fuentes de aportes a esa cuenta, y ello es objeto de investigación, según confirmó Canicoba Corral, en declaraciones a Radio Del Plata.
"El origen de ese dinero es lo que hace que Estados Unidos esté investigando a los titulares y al apoderado por lavado de dinero y soborno, que es como ellos llaman al cohecho." En rigor, Nisman no está bajo investigación porque está muerto. Pero con su lenguaje de barrio y sin eufemismos, Canicoba Corral reconoció que los ingresos de Nisman "no cierran por ninguna parte".
¿Qué tiene que ver la información sobre la situación financiera y patrimonial que se le atribuye a Nisman con su muerte? En principio, nada. En la investigación que lleva adelante la fiscal Viviana Fein no aparece, ni siquiera como hipótesis, que el deceso en el departamento de Le Parc esté relacionado con movimientos económicos poco claros. Sin embargo, la fiscal Fein sospecha que Nisman pudo haber sido objeto de un "carpetazo" en los días posteriores a su denuncia por encubrimiento de los iraníes acusados de volar la AMIA, que apuntaba a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y a su canciller, Héctor Timerman. En ese contexto, "carpetazo" podría ser sinónimo de "instigación al suicidio".
Una circunstancia trágica mantendrá a Fein alejada por algunos días de la investigación. El fin de semana falleció su madre, de unos 90 años de edad, víctima de un cáncer de colon fulminante. Desde los últimos días de la semana pasada Fein no estaba concurriendo a su despacho, porque el cuadro se había agravado. La fiscal estaba muy abatida por esa situación, acaso porque en su sentimiento más íntimo no descarte que toda la exposición que le generó la "Causa Nisman" pudiera haber influido, aún indirectamente, en el ánimo y la salud de su madre. El fiscal de Cámara Ricardo Sáenz designó en su remplazo, por estos días, a Mariana García.
Nada relevante surgirá en la causa hasta el regreso de Fein. Pero sí, en cambio, ocurrirá algo importante el próximo viernes: la Sala Sexta de la Cámara del Crimen, integrada por los jueces Mario Filozof, Marcelo Lucini y Ricardo Pinto, convocó a todas las partes involucradas en la causa penal por la muerte de Nisman a una audiencia en la que debatirá el pedido de la querella para que la jueza Fabiana Palmaghini se haga cargo de la investigación y, de hecho, desplace en ese rol a la fiscal.
Poco después de reanudada la actividad judicial tras la feria de invierno, los abogados Juan Pablo Vigliero, Manuel Romero Victorica y Federico Casal pidieron formalmente que la jueza asumiera la investigación, para garantizar una serie de medidas de prueba que, estiman, podrían robustecer la hipótesis del homicidio.