Agroindustria

Los maíces de primera siguen mostrando su deterioro

El maíz temprano fue el segundo de los cultivos de la campaña gruesa que comenzó a cosecharse mediante un proceso de recolección normal pero lento, regulado por los porcentajes de humedad de grano y la debilidad de la estructura de las plantas o la fragilidad de los tallos, consecuencias del período climático extremo de fines de diciembre de 2021, más los 16 días de enero de 2022 sin precipitaciones y con elevadas temperaturas, superiores a los 40 ºC. Por ello, en los distintos departamentos santafesinos y de acuerdo al estado de los maizales se determinó su recolección anticipada, en algunos casos con 1 - 1,5 a 2 % de humedad superior a la óptima, evitando así, mayores pérdidas por vuelco o caída de las plantas ante la acción del viento.

La variación y la amplitud de los rindes que oscilaron desde 7 a 90 qq/ha, en casos excepcionales, estuvieron dadas por un conjunto de variables, como condiciones de los suelos, manejo de los lotes, cultivo antecesor, fecha de siembra, variedad de semilla seleccionada y paquete tecnológico adoptado, pero por sobre todo, la irregularidad y distribución geográfica de las lluvias, que originaron situaciones climáticas complejas.
El grado de avance de la trilla hasta la fecha fue del 35 %, con un adelanto de 33 puntos porcentuales, en comparación a la campaña pasada. Los rendimientos oscilaron entre 7 y 65 quintales por hectárea en el norte de la provincia, entre 20 y 65 quintales en los departamentos San Cristóbal, San Justo, Castellanos, Las Colonias y La Capital y en el sur del área de estudio del Sistema de Estimaciones Agrícolas fueron entre 24 y 75 quintales.
Girasol
El proceso de cosecha del girasol tuvo continuidad con ritmo lento pero sostenido, en los últimos lotes de los departamentos del noroeste, centro y sur del área de estudio. El período de recolección de la oleaginosa, durante la campaña 2021-2022, se demoró y amplió, por la prolongación de la fecha de siembra, como consecuencia de la irregularidad geográfica de las precipitaciones ocurridas.
Hasta la fecha presentó un grado de avance del 95 %, progreso intersemanal de 10 puntos y un adelanto de 7 puntos porcentuales, en comparación a la campaña pasada.
Los rendimientos máximos logrados fueron de 34 quintales por hectárea.
El sector productivo continuó manifestando inquietud por la numerosa presencia de palomas o cotorras, que afectaron y afectarían los rendimientos, lo cual es una realidad constante en cada campaña, con aumento de los daños y perjuicios sobre los rendimientos.
Algodón
El estado de los algodonales continuó siendo muy variable a nivel general, debido a las precipitaciones ocurridas en cada zona, siendo los más perjudicados los de la parte norte de los departamentos General Obligado y Vera, donde las pérdidas se incrementaron con el transcurso de los días y llegaron a situaciones irreversibles el 95 a 100 % de ellos.
Los mayores daños ocurrieron en el número de cápsulas retenidas, la caída prematura de las hojas, escaso crecimiento y generación de estructuras reproductivas.
Se aceleró puntualmente el proceso de apertura de las cápsulas, por lo que como medida agronómica se realizaron aplicaciones de reguladores de crecimiento con dosis completas, para la interrupción del desarrollo de las plantas y así, la posible retención, para su futura cosecha durante los próximos días.
En los lotes, donde se perdió toda la carga, como última opción, se los dejó a la espera de lluvias, para la posible generación de nuevas estructuras reproductivas, reiniciándose el ciclo, prolongándose su recolección hasta los meses de junio o julio, siempre que las condiciones climáticas lo posibiliten, con todo el riesgo que implicaría el manejo de la influencia del picudo algodonero.
Ante la principal plaga del cultivo, el picudo algodonero (Anthonomus grandis Boheman), continuaron siendo muy exhaustivos los monitoreos de las trampas y también se recorrieron los lotes inspeccionando las estructuras florales para la detección temprana de su presencia, llevándose a cabo aplicaciones que posibilitaron su control.
Soja de primera
Período donde dominó la ausencia de importantes precipitaciones y con temperaturas medias a altas, por lo que se observó disminución de humedad en los suelos y variaciones en el desarrollo de la soja temprana.
Un 80% de los cultivares se encontró en estado bueno a muy bueno y algunos lotes excelentes, como consecuencia de los cambios en las condiciones climáticas que generaron las lluvias de mediados hasta fines de enero.
En el 20 % restante del área implantada, el impacto de la ausencia de precipitaciones y el elevado régimen térmico durante los primeros 16 días del año, dejaron indicadores muy marcados, tales como, limitaciones en el crecimiento de las plantas, amarillamiento o marchitamiento de las hojas basales y en lotes puntuales, la pérdida de ejemplares por mortandad, realidad irreversible.
Se aplicaron insecticidas para el óptimo manejo de los insectos.
Soja de segunda
Se observaron variaciones en los lotes de la soja tardía, como consecuencia de la ausencia de precipitaciones de importancia y el déficit hídrico, que incidieron sobre el cultivo. Un 60 % de los sojales se encontraron en buen a muy buen estado, con buen desarrollo de las estructuras de las plantas y en un importante número de ellos, se llegó a los cierres parciales o totales de los surcos.
Un 25% reaccionó más lentamente, dadas las precipitaciones irregulares o la etapa fenológica en que se encontraban y el 15% restante continuó en situación irreversible, con pérdida por mortandad, especialmente en los sembradíos con limitaciones edáficas en sus suelos.
Se aplicaron herbicidas, para el correcto manejo de las malezas y en lotes puntuales se aplicó insecticida, para el óptimo control de los insectos.
Maíz de segunda
En los distintos departamentos del SEA, el maíz tardío o de segunda, presentó estados muy variables, condicionados por la realidad climática en la cual se desarrollaron.
Los maizales manifestaron gran amplitud de estados vegetativos, por lo que se encontraron desde muy buenos o excelentes a malos, incluso en un mismo departamento, situación que se detectó en toda el área de estudio. Un interrogante que se seguiría monitoreando y evaluando, sería la incorporación de tecnología.

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