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Los accidentes son los principales proveedores de potenciales donantes

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El Sanatorio Nosti, conjuntamente con el hospital, es uno de los lugares donde más ablaciones de órganos se vienen realizando en el último tiempo en la ciudad. Es por eso que estuvo en Rafaela Noticias Tv el Dr. Jorge Faraudello, Director Médico del sanatorio para hablar del tema. El profesional indicó primeramente que la situación mencionada se da porque tanto el Nosti como el hospital son los dos centros de salud que más accidentados reciben (en el caso del primero debido a que cuenta con una Terapia Intensiva de altísimo riesgo que atiende pacientes muy críticos). Y son justamente los accidentes en los que participan jóvenes que sufren traumatismos de cráneo, “lamentablemente”, los principales proveedores de potenciales donantes, de acuerdo a lo detallado por el médico. En tanto los casos de accidentes cerebrovasculares aparecen como el segundo caso de personas que se transforman en donantes, pero bastante lejos de los primeros. 

“Nosotros lo que hacemos en el Sanatorio es atender un paciente crítico que en un determinado momento se transforma en un potencial donante de órganos, porque consideramos (luego del análisis de especialistas) que llegó a un determinado límite donde ya no tiene ninguna posibilidad, o porque evaluamos que tiene una muerte encefálica. En ese momento llamamos al CUDAIO (Centro Único de Donación, Ablación e Implante de Órganos) y a partir de allí son los integrantes de dicho organismo los que vienen, ven al paciente y hablan con la familia”, comentó Faraudello. El médico indicó que el temor de la familia del potencial donante es que el mismo no esté muerto, algo de lo que se tiene plena certeza debido a las pruebas que se realizan y a un protocolo estandarizado que se sigue. Además señaló que existe cierto resquemor en la gente para donar órganos por “la publicidad que se hace a veces del robo de órganos, que es una cosa imposible que suceda”, debido a la complejidad de una ablación (no la puede hacer cualquiera en cualquier parte) por el equipo que debe trabajar en la misma y la tecnología que se utiliza en el quirófano. Y ejemplificó: “Un corazón hay que pararlo, conservarlo, llevarlo, transplantarlo y ponerlo en marcha de nuevo. Y hay 4 horas para hacer todo eso”. Además, Faraudello expresó que un paciente que fallece puede salvar o mejorar la calidad de vida de 5 a 7 personas, porque las ablaciones que se realizan generalmente son múltiples. “Los riñones que se extraen van uno para cada paciente. Se ablacionan las córneas, el hígado, el páncreas y los huesos también. Si el corazón no sirve para trasplante, se ablaciona igual porque se rescatan las válvulas”, explicó. En cuanto a dónde van esos órganos, el profesional expresó que tiene prioridad la zona en la cual se produce la ablación porque el traslado se puede hacer más rápido y siempre “es mejor hacer un trasplante en menos horas”. Finalmente, Faraudello manifestó que más allá de que una persona deje expreso en su carnet de conducir que quiere ser donante, siempre es la familia la que decide al respecto y elogió por otra parte el trabajo que viene haciendo el CUDAIO en cuanto a la procuración de órganos, sobre todo en las ciudades de Santa Fe, Rosario y Rafaela”.

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