Provinciales

Lifschitz: "Estoy acostumbrado a manejar aviones en la tormenta"

Las huellas del trajín de la campaña se recortan en el rostro de Miguel Lifschitz.

Al tiempo que dos de sus colaboradores se entretienen hablando de series televisivas, el precandidato a gobernador del socialismo admite que no es seriéfilo, que no le queda demasiado tiempo ni espacios vacíos para detenerse en House of Cards o The Boss, envíos que, con sus más y sus menos, radiografían los pliegues del poder. Eso que buscará conseguir Lifschitz como resultado de las primarias y luego de la general.

En un entrevista con La Capital, el dos veces intendente de Rosario asegura que el rival a vencer es Miguel Del Sel, se columpia entre propuestas de cambio y continuidad y se golpea el pecho a la hora de bosquejar la lucha contra la inseguridad en caso de resultar electo gobernador: "Estoy acostumbrado a manejar aviones en la tormenta".

A una semana de las elecciones, ¿cuál es el pronóstico?

—Tengo un buen pronóstico, aunque siempre hay que esperar el resultado, sobre todo cuando se trata de una primaria. Estamos subiendo y estamos adelante. Estamos en el cuerpo a cuerpo y adelante como Frente Progresista. La fotografía de hace tres meses atrás nos mostraba de una manera, hace 30 días en un escenario de paridad y ahora adelante. Me falta conocimiento, yo tengo un porcentaje de desconocimiento en el centro norte cercano al 30 por ciento, que espero ir achicando. Eso juega a favor, porque la gente identifica mi nombre con el Frente, con Bonfatti, con los senadores del radicalismo y los intendentes. Eso tracciona y suma votos.

Y se sumó Binner a la campaña.

—Es importantísimo, tiene una altísima imagen positiva y luego de unos días de descanso ha tomado nuevamente las recorridas con mucho ahínco y jugando claramente a favor de mi candidatura.

¿Es difícil surfear entre ser el candidato del oficialismo, de la continuidad, y a la vez necesariamente tener que proponer políticas de cambio?

—Sí, siempre hay que hacer un poco de equilibrio. Represento un proyecto político del que me siento orgulloso, con sus aciertos y sus déficits. No hay gestiones perfectas. Lo que importa es el promedio. Mi discurso contiene propuestas nuevas y ejes prioritarios. Las obras viales, la energía y el gas natural, la generación de empleo. Y ahí me jugué a dar una definición importante con la creación de 200 mil puestos de trabajo.

¿Se puede llevar a la práctica semejante promesa en 4 años?

—No es arbitrario, tiene que ver con los puestos de trabajo que viene generando la provincia en los últimos años. No en este último porque hubo recesión, pero esperemos que los años próximos sean auspiciosos para Santa Fe. Otros ejes son la vivienda, la salud y la seguridad, que es el tema más urgente y más importante que debemos enfrentar en la etapa que viene.

¿Y cuáles son las medidas urgentes a adoptar en el tema seguridad? Es como una ancha avenida por la que transitan las propuestas de todos los candidatos.

—Es como en el fútbol, en la tribuna todos opinamos, todos somos Messi, pero otra es jugar en la cancha contra un rival difícil como es la violencia, la inseguridad, el narcotráfico. Creo que lo estamos encarando con decisión política y mucha acción. Ninguna otra provincia encaró un proceso de reforma penal o de cambio en el sistema policial. Estamos bien rumbeados, lo que falta es que se empiecen a ver resultados concretos y efectivos. Yo creo que se van a empezar a ver, es como con la elaboración de un plato que luego se transforma en comida: hay un tiempo de hervor, preparación de ingredientes hasta que, al fin, está la comida lista. Yo me he preparado, he recorrido todas las ciudades del mundo que han tenido éxito en la lucha contra la violencia.

¿Por ejemplo?

—Desde los casos más emblemáticos como Nueva York y Los Angeles a Medellín, Bogotá, Cali, México. Conozco la experiencia internacional y estoy en contacto con la gente que más sabe de gobierno en estos temas. Por otro lado sigo de cerca la experiencia, real, concreta. Voy a armar un buen equipo de seguridad, hoy hay técnicos y gente preparada que no teníamos años atrás, y que no tiene nadie. Pero yo, personalmente, me voy a poner al frente del tema. Voy a ser el superministro de seguridad. Voy a tener un ministro, un equipo, pero yo mismo voy a estar personalmente al frente. Cuando era intendente seguía muy de cerca todo los temas, pero ahora me voy a abocar especialmente a la seguridad. Se necesitan resultados rápidos, y yo quiero resultados rápidos.

Pero dicen: "¿Si Lifschitz tiene un plan de seguridad, por qué no se lo pasa a Lamberto?".

—Mi plan se basa en muchas de las cosas que se están haciendo, no es que yo voy a hacer algo totalmente distinto. Hay que apoyarse en lo que se avanzó e ir por más, corregir cosas, incorporar variantes. Cuando empieza una gestión tiene un aire, tiene impulso, que permiten hacer cosas que a un gobierno le resulta difícil concretar cerca del final del mandato. Mi primera medida, al otro día de asumir el gobierno, será sentar alrededor de una mesa a la cabeza de los tres poderes del Estado, y voy a cerrar la puerta hasta que tengamos un acuerdo sobre la resolución del problema. No quiero que la policía le eche la culpa a la Justicia o que los jueces le echen la culpa a los legisladores. Quiero una posición unificada, una política de Estado. Yo lo voy a impulsar. Pero nada de eso sería posible sin lo que se hace en la actual gestión. Quiero reformular el sistema de las comisarías, ajustar las tuercas, modificar la ley de la policía y recuperar la verticalidad de la fuerza.

¿No está de acuerdo con esa visión "democratizadora" de la policía?

—La ley que tenemos vigente es del 2006, y fue impulsada por (Jorge) Obeid. Pero también nuestros legisladores la votaron. Tuvo afán democratizador de la policía, pero no terminó siendo la mejor solución.

¿Puede haber un voto transversal Lifschitz-Macri?

—Puede ser. Hoy no hay en el escenario nacional un candidato que se identifique con el Frente Progresista de Santa Fe. Lo será Stolbizer, pero le llevará tiempo instalarse.

Si usted gana la primaria difícilmente cambie el escenario para las generales...

—Claro, es probable que en la general se amplíe ese resultado. La primaria a mí me va a permitir el máximo de conocimiento, me instalará como triunfador y, a partir de allí, el resultado será más cómodo.

¿El rival a vencer sigue siendo Del Sel o es Perotti?

—Hoy el rival a vencer es Del Sel, Perotti crece lentamente pero no tengo números precisos. Nuestras encuestas, que son confiables, nos dicen eso.

¿Cuál será su prioridad temática en esta semana que falta?

—Tengo un proyecto para la seguridad. Los demás candidatos plantean proyectos cinematográficos: uno tiene coraje, el otro firmeza, uno va a crear a los halcones de no sé cuánto. Nadie tiene un plan que tenga conocimiento de la realidad. Es como manejar un avión en un simulador y manejar un Boeing en la realidad y con una tormenta en el medio del océano. Yo estoy acostumbrado a manejar aviones en la tormenta. Así como construimos un gran proyecto de salud, de descentralización y lo estamos construyendo en educación también vamos a demostrar en poco tiempo que tenemos la mejor propuesta en seguridad para bajar los niveles de violencia y de inseguridad en Santa Fe.

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