El sábado alrededor de las 3:00 de la madrugada, Sandra Fernández, domiciliada en Saavedra alrededor del 700, comenzó a escuchar que sus perros ladraban desesperadamente, con ladridos como si hubieran visto algo extraño.
Se encontraba sola ya que su hija, con la que vive no estaba en casa. Ella tiene su dormitorio que da a una galería que da al patio y tiene un ventanal grande. La puerta que da al patio se encontraba sin llave.
Se asomó a través de la ventana pero no pudo observar nada, solo a los perros que estaban desesperados, pero no se atrevió a moverse del lugar, ni atinó a salir o pedir ayuda, porque no advierte nada extraño solo el ladrido desesperado de los perros. Se da cuenta del robo el día siguiente, cuando su vecina le comunica que le habían robado un par de zapatillas. En ese momento al salir al comedor, observa que le faltan la Netbook del programa Conectar Igualdad, propiedad de su hija y la billetera que contenía poco dinero en efectivo. También encontró en el patio un palo como de dos metros con el que presume los malvivientes entretuvieron a los perros mientras uno de ellos ingresaba a robar.
Sandra realizó la denuncia correspondiente y en diálogo con RAFAELA NOTICIAS, comentó que en enero de este año ya habían ingresado a su domicilio, en esa oportunidad forzando la puerta del frente y le sustrajeron su computadora personal. Manifiesta además su inquietud por la inseguridad que se vive en la ciudad, expresando “que hubiera pasado si se hubiera levantado y salido al lugar donde estaban los ladrones o si su hija hubiera llegado un rato antes”. Señala también “Además de trabajar para subsidiar tengo que trabajar para pagar el monitoreo de la alarma que me dé tranquilidad en mi propia casa... dónde quedó ese sentimiento de paz al llegar a casa... AL FIN EN MI CASA.... ¿¡no está más!?”