Las heladas tempranas le han descontado casi un 15% al rinde de las sojas de segunda.
Hace 15 días atrás había buenas noticias por mejores resultados de cosecha en soja de primera subía dos quintales el promedio y 800.000 tn la producción de la región.
Esta vez, el ajuste llegó por dónde menos se lo esperaba, las heladas tempranas. El descuento en sojas de segunda es de 3,5 quintales, quedando el promedio de la región en 20,3 qq/ha, cuando se había visto una notable recuperación en algunas áreas.
En términos de producción esto significa una reducción de medio millón de Tn, con lo que la producción de soja de la región pasa de 13,2 a 12,7 M de Tn, un 12% menos que el volumen del ciclo pasado.
“Las primeras heladas se dan más adelante en el calendario, cuando los cultivos están cosechados o por cosecharse. Además, en esta campaña se sembraron lotes más tarde de lo normal debido a cuestiones climáticas, luego del 15 de diciembre y en casos extremos en enero. Ahí la helada pegó de lleno”, explican los ingenieros del área de estudio en la Región Núcleo.
“Hay cuadros totalmente secos a causa de las heladas tempranas”. Los ingenieros comentan que hay sojas de segunda absolutamente desfoliadas y con acortamiento de ciclo.
En total se produjeron cuatro heladas entre los últimos días de marzo y los primeros días de abril, según la Guía Estratégica del Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario.
En Laborde esperan mermas de rinde del 10 al 20% en sojas de segunda y del 20 al 30% en maíces tardíos y de segunda. Hacia el oeste, en Cañada de Gómez dicen que los mayores daños fueron en soja de segunda y menores en maíces tardíos: “en las sojas sembradas hasta el 5 de diciembre el daño puede llegar al 5% pero en las que se sembraron después superaría el 12%”. En Venado Tuerto esperan mermas similares en sojas tardías que se encontraban en pleno llenado de granos (R6).
En San Pedro y Baradero el efecto del frío fue leve en sojas tardías y no afectó a los maíces de segunda y tardíos. “Están espectaculares, pueden rendir 80 qq/ha. El efecto de las heladas fue mayor hacia Arrecifes”.
Por otra parte, a pesar de las lluvias, queda un 25% de la región con reservas regulares a escasas.
Si bien las recientes lluvias de abril se concentraron sobre el sudeste cordobés y una franja del sur de Santa Fe y dejaron en algunas localidades más de 50 mm, en la cuarta parte de la región las reservas de agua del suelo aún están entre regulares y escasas.
En el resto de la región se observan reservas adecuadas que aumentan hacia el este, con un sector con excesos de agua al norte de Rosario.
El año pasado la situación para el trigo era mucho más favorable: una tormenta (entre el 8 al 12 de abril) dejaba casi 100 mm de promedio en la región, y Montes de Oca, Clason y Marcos Juárez, superaron los 200 mm (con los problemas que eso causó en la cosecha). Esas lluvias dejaron excesos de agua en el centro sur de Santa Fe y este de Córdoba, pero no lograron recuperar las reservas en el noroeste de Buenos Aires que continuaron con reservas escasas, aun hasta fines de abril del 2021.
Este año, las lluvias que vienen acompañando al norte bonaerense, mantienen las adecuadas condiciones hídricas en esa zona.
En los próximos 15 días se necesitarían 20 a 40 mm más para lograr condiciones óptimas de humedad en el este de Córdoba, requerimiento que aumenta considerablemente hacia el oeste. Cada milímetro que sume abril será fundamental para establecer el área triguera 2022/23.