El Municipio de Rafaela declaró por segunda vez desierta una licitación para adquirir elementos destinados a la protección de la integridad física y de la salud del personal que desempeña sus tareas en la municipalidad. Una primera apertura de sobres estaba pautada el 21 de diciembre del año pasado, donde no se presentó nadie. Mientras que una segunda apertura de sobres de la misma licitación, pero bajo procedimiento abreviado, se había estipulado para el 1º de junio pasado, en la cual tampoco hubo oferentes. El presupuesto era de $ 13.106.093 y lo que se pretendía comprar eran protectores oculares (antiparras y lentes), protectores faciales y craneales ( máscaras, cascos), indumentaria protectora (botas, capas, chalecos, guantes), entre otros elementos.
"Dadas las condiciones que refiere la ordenanza de contrataciones, estaríamos en situación de poder realizar compra directa, por lo cual vamos a empezar a trabajar para esto con el área respectiva. En diálogo con los proveedores manifiestan no poder presentarse ya que los insumos son dolarizados y esto no es favorecido con las condiciones de una licitación, donde se deben mantener los precios por plazos determinados. No estamos ajenos a las constantes fluctuaciones económicas por las que atraviesa el país y eso hace muy difícil poder mantener un sistema de compras como se manejaba hasta hace meses atrás y nos lleva a tener un vínculo mucho más estrecho y a estar en diálogo permanente para asegurar la continuidad en la provisión de insumos para la prestación de los servicios", explicaron a RAFAELA NOTICIAS fuentes oficiales del Municipio.
Pero esto de que no haya empresas interesadas en ser proveedoras del Estado, no es el único problema que se está generando en las licitaciones, sino que por otro lado, hay oferentes que para cubrirse de antemano de la inflación pasan presupuestos que son muy superiores a los previstos en las licitaciones, al margen de que estos últimos también quedan desactualizados mes a mes. Es el caso de otra licitación municipal que también fue declarada desierta en los últimos días, que buscaba que una empresa se encargue de la impermeabilización de la terraza del Palacio Municipal por 6.400.000 pesos. En este caso sí hubo una empresa de la ciudad que se presentó para realizar el trabajo, pero superó un 60 por ciento el presupuesto original que pretendía pagar el Municipio. Esto hizo que finalmente el servicio no fuera adjudicado y ahora se deberá volver a llamar a licitación. No hay fecha todavía para esto y difícilmente si se hace antes del cambio de gobierno nacional la situación económica se estabilice, como para que la realidad de las licitaciones cambie.
El caso de Iapos en Rafaela
Situaciones como las descriptas anteriormente se están viviendo en los diferentes niveles del Estado, como por ejemplo en el provincial, en una obra que afecta a Rafaela. Se había llamado a licitación para demoler y remodelar la estructura de una vivienda que el gobierno santafesino adquirió años atrás, ubicada sobre calle Pueyrredón al 300, para que Iapos Rafaela tenga su sede propia y no alquile más. Para esa obra se presentó una sola empresa el 16 de mayo en la apertura de sobres, pero se conoció en estos días que "fue excesiva la oferta, superando la referencia de economía", planteada por el presupuesto oficial, confiaron fuentes de la obra social a RAFAELA NOTICIAS. Por este motivo, Iapos Rafaela deberá seguir alquilando un tiempo más, y ya se están relevando propiedades para buscar una, ante la finalización del contrato del inmueble actual de Bv. Lehmann.
Mientras tanto se abrió por segunda vez la licitación para la obra de la nueva sede de Iapos, con un presupuesto de 11 millones y medio de pesos ($ 11.480.025), monto que no sufrió variaciones respecto a mayo. La apertura de sobres está prevista el 25 de agosto, aunque nada hace suponer que para ese entonces el panorama económico del país vaya a cambiar tanto como para que la situación se normalice y haya oferentes con propuestas acordes al presupuesto oficial. La intención del gobierno era que esta obra finalice a fin de año, algo que ya no sucederá.