Un nuevo robo en la Iglesia Catedral, ubicada en pleno centro de la ciudad, ha llevado al Consejo Pastoral y de Sacerdotes a tomar la decisión de reducir los horarios en que la iglesia permanecerá abierta. El comunicado dirigido a "la comunidad parroquial y fieles en general" expresa: "Lamentamos profundamente esta situación. Sabemos que muchos de ustedes acuden cotidianamente a esta casa de oración. Al mismo tiempo, nos solidarizamos con todas las personas y entidades que padecen hechos similares."
Desde la Catedral informaron a RAFAELA NOTICIAS que el último robo ocurrió este martes a las 17:30 horas, cuando un ladrón ingresó al templo y sustrajo una canilla de bronce del depósito de agua bendita, dañando este elemento y provocando el derrame del líquido que contenía. Una mujer logró ver al delincuente, quien, al sentirse descubierto, no pudo llevarse los candelabros de bronce que ya había guardado en una bolsa. "Más allá del costo, es la sensación de inseguridad. Porque hoy es esto (una canilla) y mañana puede ser otra cosa. En el templo hay objetos que van más allá del valor material. Quizás por llevarse un trozo de bronce, algunos puedan causar un daño a objetos sagrados que poseen un valor afectivo-religioso, como es el caso de los candelabros", comentaron a este medio.
Los ladrones de metales constantemente van cambiando de objetivos, detectando todos aquellos lugares donde pueden obtener objetos que posean cobre o bronce. Pasando por cables, instalaciones de gas y agua, placas y floreros del cementario, picaportes de las puertas de las viviendas, y ahora -al parecer- se suman las iglesias.