Agroindustria

La Escuela de Lechería de Villa María tendrá un tambo robotizado

Luego de un acuerdo firmado entre la Fundación Cultural de Profesores y Amigos de la Escuela Superior Integral de Lechería de Villa María y el INTA, en la persona de su presidente, Susana Mirassou, se inició la construcción de un tambo estabulado, robotizado y sustentable, con fines académicos, productivos y de servicios.

Hace algunos meses, después de la presentación de la propuesta por parte de Alfredo Gadara, vicepresidente de FUNESIL y el trabajo de los equipos técnicos del INTA, se definieron los trabajos que ya están en marcha en el campo de prácticas institucionales ubicado en la localidad de Ramón J. Cárcano, unos 15 kilómetros al sudeste de Villa María.
En un acto formal en el que se hicieron los anuncios estuvo presente Rafaela Noticias este lunes, donde se explicó que “este es un proyecto de trabajo que se ha institucionalizado hace unos días y toma dinamismo. Es la forma que pensamos para relanzar a la escuela de lechería como tal, como oferta educativa”, en las mismas instalaciones de la Escuela Superior Integral de Lechería (ESIL).

A la inquietud de Funesil, el INTA le dio forma y lo adecuó utilizando herramientas de vinculación interinstitucional, que ya tiene la firma de la presidente del organismo Susana Mirassou, siendo esta instancia la más inmediata, pero que intenta hacer crecer este nexo, además de contar con el apoyo del Ministro de Agricultura de la Nación y del director Nacional de Lechería, Arturo Jorge Videla, que es villamariense.

La escuela tiene sus vacas, que ahora esperan ingresar a fines de 2022 al galpón con el sistema de cama caliente (compost barn), habiendo dejado el tambo arrendado en el que estaban, para poder producir, pero también generar ensayos y prácticas, disponiendo de un robot para el ordeño voluntario de 60 a 70 vacas en total, pero también una pequeña sala con fosa para la formación más tradicional. La planificación incluye una planta de tratamiento de efluentes y todas las condiciones estimables para el confort animal.

“Cómo institución nos debemos desde el origen al sector productivo”, sostuvo Gadara, remarcando que la inversión trepará a los 650 mil dólares, que se financiarán con bancos privados y públicos, comenzando por el análisis de la solicitud que está haciendo el Banco de Córdoba, que será parte del apoyo que precisa esta “trayectoria, para llegar al destino final”.

“A finales de 2022 podríamos estar inaugurando, porque ya se está avanzando con las obras para convertirnos en la única escuela de lechería que tenga este tipo de unidad de práctica, al menos en América Latina”, aseguró.

Juan Cruz Molina Hafford, director del Centro Regional Córdoba del INTA destacó que en este emprendimientos “hay una buena práctica institucional y tenemos que escalar a una nueva etapa”, en la que la confianza es fundamental para agregar valor y reposicionar a ambas entidades.

“El ordeño voluntario cambió el paradigma de la lechería” y “la identidad de Villa María es la lechería”, es por eso que la ciudad no reniega de su origen pero entiende la necesidad de evolucionar, “sumando desde las partes hacia el todo una nueva mirada, para formar a los jóvenes. Este convenio es el que más desafío genera en términos de generar valor".

El ex intendente de Villa María y actual ministro de Industria cordobés, Eduardo Accastello habló de responder a “una nueva matriz productiva”, para que “todos los organismos que conforman el ecosistema agroindustrial de Córdoba, puedan duplicar el producto bruto regional en diez años”, mientras que en lechería se necesita “confort animal, genética y capacitación de recursos humanos. El avance de la tecnología requiere acompañamiento en la capacitación, pero también la mejora de la infraestructura para retirar la leche”.

En esa provincia está pavimentando caminos troncales de la ruralidad, e incluso se avanza en una plataforma para que tamberos e industriales fijen el precio de sus productos y se corran de la especulación de la comercialización que está situada en Buenos Aires con el supermercadismo.

Este nivel de formación para la lechería es muy superior a cualquier instancia que ofrece Rafaela, porque además se combina con un laboratorio de referencia en alimentos y lácteos, además de una industria a escala que produce quesos de diferentes variedades, yogures, dulce de leche, crema, leche en polvo, leche fluida en sachet y helados.

Mientras Rafaela debate en el Concejo Municipal sobre el recorte de la actividad productiva, con elementos faltos de criterio científico y ordenamiento racional, hecho que Villa María y la provincia de Córdoba ya resolvió hace años, esa ciudad avanza en una inversión de consideración para la capacitación de los recursos humanos y futuros profesionales del sector, pero también para aportar al bienestar animal, combinado con la capacidad de infraestructura que hacen a una mejora de consideración para la lechería.

Este proyecto desarrollará un tambo confinado, con ordeño voluntario y toda la tecnología de la nueva lechería, que se concluiría a fines de 2022 con un galpón con el sistema de cama caliente (compost barn), al que se le agregará un robot para el ordeño voluntario de 60 a 70 vacas en total, también con una pequeña sala con fosa para la formación más tradicional.

Del mismo modo se incluye una planta de tratamiento de efluentes y todas las condiciones estimables para el confort animal, escalando a los 650 mil dólares la inversión que se gestiona en bancos públicos y privados, habiéndose ya iniciado el proceso de análisis por parte del Banco de Córdoba.

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