Los juegos paralímpicos han resultado en una más que interesante jornada deportiva. Ellos son la manifestación del esfuerzo del espíritu humano, del alcance de las metas propuestas superando un sinfín de dificultades y obstáculos.
 Es una forma de inclusión de todos los seres humanos en todas las actividades de la vida y, no solo es eso. Es también su reconocimiento y apoyo sustancial con la construcción de un mundo inclusivo y participativo, sin discriminaciones. Para ello se debe ajustar y colaborar toda la sociedad en todos sus estratos y las sociedades como tales, debemos adecuarnos espiritual y materialmente para hacer que todos los hombres y mujeres del mundo, en todos los planos de la existencia, puedan tener la posibilidad de realizarse plenamente. 

Y es que este es uno de los grandes retos que impone la vida moderna: la inclusión absoluta de las personas con limitaciones y capacidades diferentes. Aceptar que ellos conforman una parte importante de la sociedad que convive, trabaja, hace deportes, estudia. La garantía de los derechos debe verse más allá de sólo los sociales, una actividad como comprar un vehículo puede complicarse sin plataformas que ofrezcan lo que ellos necesitan. Afortunadamente lo hemos entendido y en páginas web como AutoFoco es posible comprar vehículos en cuyas especificaciones se lee con más frecuencia: Apto para discapacitados.  
Esto ha permitido que las personas con discapacidades sean más independientes y capaces, y a su vez, puedan desarrollar sus talentos en áreas sociales, artísticas y deportivas, tal cual es su derecho y obligación al contribuir a las sociedades como parte de ellas. 
En la actualidad vemos con gran emoción y entusiasmo al mundo seguir la actividad de estos juegos. Vemos el orgullo que despierta en las distintas naciones los logros de cada uno de sus participantes. Quizás, por el momento no tenga la misma difusión y mueva tantas personas como las Olimpiadas tradicionales, pero cada día se une mayor número de personas e instituciones a la actividad deportiva de estos juegos.
Vemos cómo trabaja la ciencia para dar solución y poder facilitar el ejercicio y la existencia de un sinfín de dificultades de la existencia, ya estas sean consecuencias de accidentes o congénitas. 
También vemos que en menor medida comparado con otros eventos deportivos, pero igualmente importante, no deja de mover toda la maquinaria económica estos juegos. Hoteles, turismo, restaurantes, agencias de viajes, seguros se han beneficiado con los juegos que han llenado de un especial espíritu de superación, de entusiasmo que cada uno de los participantes de estas jornadas inspiran a todo el mundo. 
Es un gran ejemplo a seguir esta realización y participación de los distintos atletas, delegaciones y naciones. Es un esfuerzo que más allá de los comunes interese ha unido y llena de optimismo a la humanidad. 
Nuestro continente ha logrado una muy significativa participación en estos juegos y sus logros son dignos de destacar y celebrar; sobre todo porque ello muestra los esfuerzos, políticas y ocupación de todos nuestros conciudadanos e instituciones por adecuarnos, atendernos, ocuparnos para hacer o construir un mundo inclusivo, mejor. Todo ello sin miramientos sociales, culturales, raciales o religiosos. 
Particularmente vemos en los juegos paralímpicos una muestra del espíritu humano más allá de las limitaciones culturales, físicas o económicas. Demuestra que todos somos iguales, capaces, enamorados de nuestros haceres y con un espíritu de superación incalculable, alcanzando hasta lo imposible. Celebremos y nos unimos a esta jornada extraordinaria del espíritu humano.