El martes 25 de agosto una adolescente de 16 años sufrió un violento arrebato a pocas cuadras de su vivienda en barrio 9 de julio. Mientras se trasladaba en bicicleta cerca de las 13.30 horas, al llegar a la esquina de 3 de Febrero y Almafuerte, fue abordada por dos sujetos que se desplazaban en una moto 110 cc. El que conducía el vehículo se le colocó a su lado, mientras que el acompañante se bajó del mismo y la tiró de la bicicleta haciéndole golpear su cabeza (a la altura de la sien izquierda) con el manubrio del birrodado, provocándole un importante moretón en el rostro y una herida en su mano izquierda (ver foto). Al querer uno de los malvivientes robarle la mochila, la joven intentó explicarle que allí no llevaba nada de valor más que los útiles escolares, ya que venía del colegio. De todas maneras el sujeto le propinó un golpe de puño en la cara a la altura de la boca generándole otro moretón y logrando llevarse finalmente la mochila. En estado de shock la adolescente corrió hasta su domicilio que se encuentra a tres cuadras del lugar en busca de ayuda y desde donde su familia dio aviso a la policía.

 La denuncia fue realizada en la comisaría segunda y por el momento no se conoce nada sobre los responsables de este salvaje hecho. La víctima no pudo ver sus rostros debido a que los delincuentes portaban gorros y se tapaban parcialmente sus caras con el cuello de la campera. Tampoco se registraron testigos de lo sucedido a pesar de que la esquina donde ocurrió todo es transitada. 
Esta joven no sólo recibió los golpes que le causaron los moretones en su rostro, tal como lo muestran las fotografías, sino que de ahora en más debe enfrentar el miedo que le ha generado esta situación para desenvolverse por sí sola en la vía pública. Pero el miedo no es sólo de ella, sino también de su familia que luego de lo sucedido deberá cambiar su rutina para no dejarla sola en la calle ni un momento. Ni siquiera a plena luz del día y en uno de los barrios más transitados de la ciudad. 
Una muestra más de la inseguridad que se vive en Rafaela, en cualquier día, a cualquier hora y hacia cualquier persona. Inseguridad que además se hace cada vez más violenta.