Aunque 2021 y sobre todo 2023 aparecen todavía fuera del calendario, y Vicentin domina la agenda provincial, en el radicalismo santafesino gana terreno la idea de un frente de frentes que aglutine al no peronismo.
Después de la doble derrota —nacional y provincial— en las últimas elecciones, a fines del año pasado las distintas tribus radicales firmaron la pipa de la paz y se comprometieron a trabajar en unidad, como un primer paso necesario hacia el regreso al poder.
En este momento conviven en la UCR santafesina al menos cuatro espacios: el Nuevo Espacio Organizado (NEO), liderado por el presidente del partido, el ex vicegobernador Carlos Fascendini, y el ex ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro; el grupo Universidad, referenciado en el ex intendente santafesino José Corral; el Movimiento de Acción Radical (MAR), del diputado provincial Julián Galdeano; y Radicales Libres, encabezado por el diputado provincial Fabián Oliver y la concejala rosarina María Eugenia Schmuck.
En el centenario partido deslizan que después de haber aportado territorialidad y cuadros políticos a experiencias en las que tuvieron un lugar más subalterno —y que se enfrentaron en el terreno electoral— ahora es el turno de la UCR de liderar al resto de la oposición en una alternativa más amplia.
Un ejemplo ilustrativo de la dispersión radical: Galdeano es presidente del bloque de diputados de Juntos por el Cambio; Pullaro, el del bloque UCR-Frente Progresista.
Uno de los principales impulsores del frente XXL es Corral. “Tanto a nivel nacional como provincial el radicalismo es el partido con mayor presencia territorial y legislativa”, remarcó el candidato de Juntos por el Cambio en 2019 a la gobernación. Hace unos días Corral organizó una charla por Zoom con el presidente del radicalismo a nivel nacional, Alfredo Cornejo, quien también hace fuerza por la alianza ampliada.
En la misma línea, Galdeano dijo a este diario que la alianza entre la UCR, el PRO y el Partido Socialista es una necesidad. “Tenemos el mismo electorado, que son los sectores medios, dividir la representación es quedar en desventaja con el peronismo”, reconoció el antecesor de Fascendini en la presidencia de la UCR provincial.
La novedad es que en el NEO, que integra el FPCyS, también hoy se muestran dispuestos a transitar ese camino, pero advierten que esa alternativa debe tejerse “en silencio”. “Es una construcción que no se puede pensar desde el bordado dirigencial, es un error que algunos dirigentes lo estén planteando todo el tiempo”, dijo Pullaro, quien piensa en un armado “de abajo hacia arriba”.
En donde hay más resistencia es en Radicales Libres. “No adhiero al frente de frentes y a confluir con el PRO, no hay nada que nos una”, sentenció Oliver. Su planteo de sostener el Frente Progresista es lógico: su sector es uno de los principales apoyos para gobernar de Pablo Javkin, la principal referencia territorial de la alianza.
Con todo, Oliver reconoció que hay dirigentes de Radicales Libres que sí ven con buenos ojos la iniciativa, como el senador Lisandro Enrico.
En este marco, la intervención de Vicentin cohesionó a casi todo el radicalismo provincial. Sólo Radicales Libres no suscribió la declaración impulsada por Fascendini.
Corral cree que Vicentin es un caso testigo de los conflictos que vendrán pos pandemia. “El avance contra el campo y esta empresa en particular va marcando la necesidad de un gran frente”, argumentó.
El desafío, cómo viene siendo en los últimos años, es cómo compatibilizar la estrategia nacional con la provincial. El principal obstáculo para suturar ambos niveles tiene nombre y apellido: Partido Socialista.
Fuente: lacapital.com.ar