El Banco de Alimentos de Santa Fe (Basfe) nació en el corriente año. La entidad sin fines de lucro se dedica a rescatar alimentos que perdieron valor comercial pero mantienen su valor nutricional intacto y a dirigirlo a entidades sociales que brindan asistencia a personas de bajos recursos económicos con el fin de reducir la inseguridad alimentaria.
La iniciativa estuvo a cargo del Instituto para el Desarrollo Sustentable, ubicado en Pasaje Carcabuey, en el cual se presentó el presidente del Banco de Alimentos de Santa Fe, Federico Eberhardt y comentó: “La idea comenzó con una búsqueda concreta de creación de capital social. Nos encontramos con la red nacional de Banco de Alimentos y nos pareció que esa alternativa tenía una cantidad de ventajas y de virtudes que valían la pena difundir ya que nos permitían integrar a muchos actores como los empresarios, profesionales, el transporte y las organizaciones sociales, entre otros.”
El trabajo de Basfe no solo trata de disminuir el desperdicio en el consumo de alimentos si no que busca acompañar a organizaciones sociales destinadas a la caridad: “La mayoría de estos emprendimientos terminan siendo el resultado del esfuerzo individual de una o dos personas, por ejemplo el caso de Margarita Barrientos, que realiza una tarea fabulosa pero el día que falte tengo mis serias dudas respecto de la continuidad de ese proyecto generando una cantidad de gente que del día a la noche resulte desprotegida de su propio desarrollo. Uno puede ayudar allí y también hay lugar para que ellos se conviertan en actores de su progreso”, agregó el empresario.
Por último, el Dr. Federico Eberhardt finalizó: “El circulo es absolutamente virtuoso, todas las empresas se pueden sumar, cuanta más visibilidad más recursos adquirimos. Me siento enamorado del proyecto porque uno termina trasladando los conceptos empresarios. Porque en definitiva lo que tratamos de llevar adelante es una empresa de rescate, sin fines de lucro, con el objetivo de la creación de capital social”, cerró el Contador Público.
En la Argentina son 17 las organizaciones que conforman la Red de Banco de Alimentos. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), un tercio de la producción mundial de alimentos aptos para consumo se pierde o desperdicia, lo que representa un verdadero escándalo ético en un mundo donde viven más de mil millones de personas con hambre.
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