Un grupo de estudiantes del Colegio Nacional Rafaela ha organizado una actividad inusual en la Plaza 25 de Mayo. El objetivo: permitir a los participantes experimentar la vida como una persona con discapacidad visual.
"Nosotros lo que estamos haciendo con el grupo es una actividad de visibilizacion de las personas con discapacidad visual, que prefieren que se les llame ciegos, donde queremos mostrar más o menos lo que es el día a día en un día de ellos", dijo un estudiante del grupo.
El proyecto surgió como resultado de una colaboración con Daniel, el socio fundador de la organización "Abre los Ojos Rafaela". Según los estudiantes, su apoyo ha sido crucial para el éxito del proyecto. "Este proyecto surge a raíz del grupo un trabajo en grupo donde tenemos contactos con Daniel y yo por ahí tengo más contacto con él entonces le preguntamos podíamos trabajar sobre su proyecto y él con brazos abiertos nos dijo que sí porque era una forma de visualizar desde personas más jóvenes por así decirlo", explicó uno de los estudiantes.
En la plaza, los estudiantes invitaban a los transeúntes a ponerse un par de lentes que imitan tres tipos de visión limitada: ceguera total, visión de luces y visión de sombras. Luego, los participantes debían moverse por el espacio público con la ayuda de un bastón, imitando la experiencia de una persona ciega.
"Lo que buscamos es que puedan experimentar realmente lo que se siente ser ciego y cómo manejarse en la ciudad", dijo otro estudiante, añadiendo que el objetivo era aumentar la empatía hacia las personas con discapacidades visuales. "Tampoco había mucha adaptación. Y buscamos que toda la gente se empatice un poco con ellos y puedan entender que que es difícil porque hay muy poca adaptación y también la gente no entiende mucho cómo ellos se manejan."
A pesar de los desafíos, los estudiantes parecen estar entusiasmados con el proyecto. La profesora Maia Mansilla, que supervisa el proyecto, declaró: "Hemos tenido varios grupos en el curso que han hecho muchas ideas muy lindas. Generar conciencia de parte de los adolescentes es lo mejor."
El proyecto, que ya se presentó en la escuela con resultados prometedores, no se basó solo en investigación online, sino en experiencias de primera mano. "Queríamos que nos cuenten experiencias personales, las personas que con el movimiento que trabajamos, que abre los ojos, que lo pueden seguir por Instagram, y ellos nos contaron mucho su experiencia, cómo es su día a día", dijo uno de los estudiantes.
En cuanto a la adaptación de la ciudad para las personas ciegas, uno de los estudiantes comentó: "No tienen muy poca adaptación recién ahora se pusieron en las subidas de las esquinas algunos pisos con relieve y que hay un solo semáforo sonoro por ahí ellos le dificulta mucho pero que de a poquito se va creciendo un poco la integración pero que todavía les falta mucho."
Un participante expresó su aprecio por la iniciativa: "Me parece bárbaro, porque es una manera de que experimentemos lo que les pasa a las personas con con esta dificultad, de la visión y algo, algo tan importante que a veces no valoramos, lo que tenemos, lo que tenemos gracias a Dios, una buena visión, estas cosas no las valoras, y esto es una manera de decir, bueno, gracias por lo que tengo."
Este proyecto es un claro ejemplo de cómo los estudiantes están tomando medidas para concienciar sobre las barreras que enfrentan las personas con discapacidades en su ciudad. Aunque hay mucho camino por recorrer para lograr una total inclusión, estos jóvenes están dando pasos importantes para un futuro más comprensivo y accesible.
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