Educación

“El maestro no sale preparado para trabajar en la ruralidad”

“Nunca dejás de ser docente” afirma sentado en su living José “Pepe” Mondino. Y agrega con su humor característico: “Es algo terrible”. Es que luego de jubilarse en el 2010, sintió la necesidad de seguir vinculado a la actividad de alguna manera y es por eso que en el 2013 se dedicó a escribir un libro. Material que llegó a ver la luz este año cuando el gremio AMSAFE Castellanos (a quien agradece) decidió editarlo e imprimir varios ejemplares. “Campanas y tizas en soledad”, se llama el libro en el cual “Pepe” Mondino aborda el tema de las escuelas rurales. “Cada capítulo habla sobre algo: sobre la ruralidad, el maestro rural, las reglamentaciones rurales, el niño rural, que es distinto a los demás, el maestro, la planificación”, expresa Mondino. Y agrega: “Porque no nos enseñan a nosotros, ni nos enseñaban en la escuela Normal, ni en el Instituto cómo se planifica para siete grados y hacer que todos aprendan y todos trabajen al mismo tiempo. Yo creo que el maestro no sale preparado para trabajar en la ruralidad”. En cuanto al contenido de su libro explica que habla “también de cómo planificar; y doy un ejemplo para trabajar un texto literario. Trabajarlo desde primero a séptimo. No es el mismo texto, porque no puede serlo, pero tiene las mismas características.” En cuanto a las motivaciones que llevaron a escribirlo, además de seguir haciendo algo vinculado a la docencia, “Pepe” explica que mientras era profesor en el Instituto del Profesorado estaba a cargo del seminario de Educación Rural donde comenzó a buscar material junto a sus alumnos. “Salvo el libro que escribió Iglesias en el año 45, otra bibliografía dedicada a las escuelas rurales no hay”, indicó. 

Pero más allá del material bibliográfico recopilado, Mondino tiene amplia experiencia en el tema. Durante sus primeros 10 años de profesión trabajó en la ruralidad. Comenzando con 18 años en la provincia de La Pampa, en el oeste, donde el pueblo más cercano estaba a 285 kilómetros. Luego de dos años pasó a otra escuela de esa misma provincia, en Eduardo Castex. Continuó después ya en la provincia de Santa Fe, en Hersilia, para seguir en el sur en Máximo Paz. Desde allí ascendió a escuelas de segunda categoría pasando por Villa Ocampo, Egusquiza, y Humberto Primo, localidad donde nació. Para ese entonces ya habían pasado 15 años, que eran los que necesitaba para llegar al máximo cargo de carrera que se puede pretender en educación: el de Supervisor General de Escuelas, lugar que ocupó durante 30 años hasta su retiro. En ese transcurso estudió Profesorado en Ciencias de la Educación en el Instituto Superior del Profesorado y luego Licenciatura en Política y Gestión de Instituciones Educativas en la Universidad Nacional de Rosario. Siempre estuvo vinculado a la formación, perfeccionamiento y capacitación docente. Hoy, sigue vigente, desde otro lugar, con muchas experiencias por contar y todavía con mucho por enseñar. Por eso quienes quieran adquirir su libro deben acercarse a AMSAFE Castellanos y así empezar a recorrer un ámbito de la educación que para muchos aún es desconocido: la ruralidad. 

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