Este martes vence el plazo para que el Gobierno defina si levanta o extiende la prohibición de exportar carne que impuso en abril.
El objetivo de bajar los precios no funcionó, pero si se fueron deteriorando las condiciones laborales, industriales, la recaudación de las provincias, de los municipios e incluso de la Nación.
Una medida incoherente, irracional debería revertirse hoy mismo, para no estirar una nueva agonía productiva, aunque la bronca contra el campo sea el norte de este Gobierno y sus adeptos, incluso de quienes aceptan la irracionalidad en los ámbitos de poder, pudiendo demostrar la falta de impacto objetivo que se consiguió al dejar en el campo a los animales que acá no se comen y que sí demanda China.
Esas son las consecuencias de no saber sobre lo que se define.
En este contexto y esperando una vez más al destino que determine quien está en la Casa Rosada, aunque se trate de millones de personas y de miles de millones de dólares que no entran al país, un grupo de productores inició una campaña virtual.
Desde la Filial Piamonte de la Federación Agraria Argentina lanzaron ayer una protesta virtual solicitando la urgente apertura de las exportaciones de carne.
Fue su responsable, Esteban Motta quien hizo un llamado a la acción, convocando a la comunidad rural que está en twitter a compartir sus mensajes con el siguiente hashtag #AbríLasExportacionesAlberto .
Otro papelón
Mientras tanto en el submundo del Ministerio de Agricultura, donde esta medida no fue consultada ni definida, el secretario de Agricultura nacional confundió a un grupo de whatsapp con otro y filtró la realidad del tema.
El mensaje en un grupo de productores de Pergamino decía textual “¿No se podrá hacer un último esfuerzo hablando con Máximo para liberar algo de carne de Vaca manufactura y conserva (8 dientes sin preñar) y cupo a frigos nuevos que no tienen? Es importante en la zona centro para las elecciones”.
Dijo a Bichos de Campo el funcionario, Jorge Solmi, que la redacción no fue suya, sino que la intención era reenviar una consulta, sin embargo comenzó a traslucir que las exportaciones podrían no abrirse.
Tarde llegaría a recordar el Gobierno el daño generado, quedando muy lejos de lograr un impacto positivo en los comicios próximos de domingo 12, e incluso de la definición de noviembre.
Ocho millones de dólares diarios
El Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina analizó las distintas variables que influyeron desde que el Gobierno Nacional puso en marcha el pasado 15 de abril una serie de medidas y resoluciones para intervenir en el mercado. El análisis concluye que, en 135 días de estas políticas, la cadena de ganados y carnes acumuló pérdidas por 1.084 millones de dólares, cifra que representa más de 8 millones por día de intervención.
A los efectos de este análisis se agruparon los impactos en cinco grandes rubros, los que están vinculados con los productores, los relacionados con las remuneraciones de los trabajadores de la industria frigorífica, las vinculadas con la industria frigorífica misma, el impacto económico en el efecto multiplicador de las actividades conexas y las asociadas con las menores exportaciones e ingreso de divisas.
Dentro de los eslabones de la cadena los productores asumieron el monto más grande con 411 millones, mientras que en los frigoríficos las pérdidas alcanzaron los 165 millones, los operarios tuvieron una merma en sus remuneraciones de 59 millones. Por caída del efecto multiplicador de la actividad primaria se perdieron 209 millones y finalmente 240 millones exportaciones no realizadas (todos estos montos están expresados en dólares). Respecto de la caída de la actividad ganadera entre abril y agosto de 2021, los 411 millones se desagregan en: el menor valor real de la hacienda vendida durante el periodo que suma 202 millones, por el mantenimiento de los animales en stock se sumaron mayores costos de alimentación, sanidad y cuidado, por un subtotal de 80 millones, el costo financiero por mantener estos mismos animales en el stock otros 92 millones y las pérdidas por menor calidad y mortandad alcanzan los 37 millones, asociadas a la prolongación del ciclo planificado.
Por su parte las industrias frigoríficas perdieron ingresos por causa de la mala integración de la media res generada por la prohibición de exportaciones de los 7 cortes y el acuerdo de cantidades y precios llevado adelante entre la industria y el gobierno, y que entre ambos sumaron una merma de 165 millones.
Los trabajadores dejaron de ganar 59 millones atribuibles a los cambios de turnos y menos horas extras.
Respecto de las pérdidas generadas por causa del efecto multiplicador de la actividad, se observa que por la postergación de las ventas del período, las actividades conexas de la cadena, tales como matanza de animales, comercios mayorista, servicios empresariales y profesionales, bancos y servicios agropecuarios y comercio minorista, dejaron de generar actividad económica por un valor de 209 millones.
Las exportaciones no realizadas en este período por el cierre parcial o total llegan a los 240 millones, además de la mala imagen del producto generada por la falta de cumplimiento de acuerdos comerciales.
La conclusión del estudio es que “Todos perdimos”.
Al respecto el presidente de la entidad, Nicolás Pino, afirmó que “perdimos los productores, los trabajadores, los empresarios frigoríficos, los consignatarios, los proveedores de insumos y servicios, entre otros eslabones de la cadena. No se entiende porque mantener cuotificada la exportación si nos empobrece a todos”.