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El Acueducto Desvío Arijón-Rafaela ya bombea agua a la ciudad

La ola de calor no da tregua en la ciudad y la región. A la seguidilla de días con temperaturas extremas se suma la falta de lluvias y el combo de calor sofocante y ausencia de precipitaciones genera una presión insostenible para el sistema de provisión de agua potable en la ciudad: la disminución en la presión llega a niveles insoportables y las propias autoridades de ASSA reconocen que la situación es "crítica" en varios barrios. Se disparó el consumo y el cuello de botella formado entre la capacidad de producción y distribución que tiene el sistema local y la demanda de los consumidores es cada vez más estrecho y extendido.

El déficit
La capacidad actual de producción -entre lo que viene del campo de bombeo de Esperanza y lo que se produce en las plantas de ósmosis inversa instaladas en Rafaela- es de 36 mil metros cúbicos. Y un modelo elaborado por ASSA sobre datos teóricos, indica que en promedio la demanda en tiempos de verano llega a 46 mil metros cúbicos diarios, que indudablemente son más en olas de calor tan extendidas como la presente. El déficit, entonces, llegaría a los 10 mil metros cúbicos diarios. En números redondos, hoy a Rafaela le están faltando 10 millones de litros de agua por día.
Una parte importante de la solución a este tipo de crisis es el nuevo acueducto Desvío Arijón-Rafaela. Con una capacidad de producción y bombeo de agua potable que no admite puntos de comparación con el acueducto Esperanza-Rafaela, el nuevo sistema terminará con el desfasaje existente entre la capacidad actual de producción y la demanda. La pregunta del millón es...¿y cuándo estará en servicio el nuevo acueducto? De ese interrogante central, se derivan decenas de preguntas, alimentadas por muchos años -más de 25- de promesas incumplidas, mentiras atroces pergeñadas al calor de campañas electorales varias y dosis nada despreciables de malas intenciones, que se multiplican por el hastío de la gente respecto a un problema que parece nunca tener solución.

Ya bombea agua
La realidad a hoy, 13 de marzo, es que el acueducto Desvío Arijón-Rafaela está terminado y está bombeando agua a la ciudad. El complejo tiene más de 130 kms. de cañerías y 5 estaciones elevadoras para remontar un desnivel de más de 100 metros que hay entre el río Coronda, desde donde se toma el agua, hasta Rafaela. En el camino, el sistema permite el abastecimiento a distintas localidades, lo que implicó también la construcción de cisternas de almacenamiento y cañerías de derivación hacia esos puntos.

El bombeo para limpiar el sistema ya comenzó.

El bombeo a Rafaela comenzó el último fin de semana de febrero. Pero el agua no está en condiciones de ser volcada a la red de distribución. Es que primero hay que limpiar y desinfectar las cañerías. No se trata de limpiar una "manguera", sino de sanear completamente 120 mil metros de cañerías de un metro de diámetro, más todas las cañerías secundarias de derivación.
Lo que se está haciendo es enviar agua al máximo de presión, para probar el funcionamiento hidráulico del sistema, a la vez que el agua tiene un altísimo contenido de cloro, con el fin de desinfectar todas las instalaciones. Uno de los problemas logisticos planteados es hacia dónde derivar el líquido. En Rafaela, esos efluentes de "purgado" intenso tienen salida en el canal a cielo abierto que hay en la avenida Muriel, al sur del Bosquecito Besaccia, para ser remitidos hacia el sistema del canal Sur.


  • Este proceso de limpieza demanda aproximadamente un mes. Quiere decir que a fines de marzo, principios de abril, técnicos del Ente Regulador de Servicios Sanitarios tomarán muestras significativas en distintos puntos del acueducto para someterlos a análisis físico-químicos en laboratorios especializados, que certifiquen las condiciones de potabilidad del agua. Con ese visto bueno final, se podría empezar a tener agua suficiente en volumen para abastecer esos 46 mil metros cúbicos diarios que demanda en promedio el consumo de Rafaela.

¿Significa esto que el acueducto Desvío Arijón-Rafaela entra en servicio y por fin los habitantes de Rafaela tendrán 7 metros de columna de agua en sus domicilios los 365 días del año, en condiciones de calor extremo, sequías persistentes y picos de demanda? No. Para optimizar plenamente el sistema hay que intervenir la red de distribución que llega a los 36 mil usuarios de ASSA en la ciudad. Trazando un paralelo con el cuerpo humano: el acueducto nuevo es un corazón en óptimas condiciones, pero si el resto de los órganos no funciona correctamente y la circulación sanguínea está comprometida por otras patologías, aunque el corazón sea bueno el paciente no estará para correr ninguna maratón. Pero sin corazón no hay sangre en las venas. Y sin acueducto nuevo no habrá agua que alcance para mitigar la sed de los rafaelinos.

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