Según los dichos de quienes se comunican, los cacos tienen a mal traer a los vecinos del céntrico barrio y el día viernes se produjeron con poco tiempo de diferencia dos situaciones delictivas de las que habrían sido autores las mismas personas.
El primero de ellos cuando una joven, cuyo apellido comienza con W., regresaba de su trabajo en una farmacia perteneciente a un familiar, hacia su domicilio en calle Primera Junta, no sólo que le robaron sino que también le pegaron. Según el relato de la víctima eran unos motoqueros.
Estos mismos sujetos alrededor de las 20:30 robaron también en una despensa ubicada en calle Víctor Manuel en cercanías de donde ocurrió el otro hecho. La despensa es propiedad de un matrimonio mayor de apellido comenzado con A. y es la segunda vez que le roban. Llamaron a la policía y sólo le dijeron: “hagan la denuncia”