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Dos meses después, todo sigue igual

El pasado 7 de abril, una joven de la ciudad vivió un traumático momento, cuando un sujeto se le abalanzó encima y comenzó a manosearla. Las luces de un automóvil que pasó ocasionalmente por el lugar, pusieron en alerta al abusador y éste huyó, pero dejó a su víctima con miedo y preocupación. 

Según el relato de quien sufrió éste episodio de violencia machista, y de quien por obvias razones se preservará la identidad, todo comenzó alrededor de las 21:00 horas, cuando volvía de realizar una caminata, “como lo hago normalmente hace bastante tiempo” dijo. 
Y sigue contando “al dirigirme por calle José Beltramino (…), se me acerca un tipo de aproximadamente 26 años, insistiéndome en "alcanzarme" hacía donde me dirigía. Lo cual obviamente me negué, de buena manera, ya que no quería alterar la situación. Siguió insistiéndome mientras me hacía preguntas tales como "¿Qué haces sola a están hora con todas las cosas que están pasando?" Y yo sólo le respondía que me tenían que pasar a buscar, que ya le había avisado a mi padre, para que el sujeto se vaya”. 
“En un momento amaga para irse, yo retrocedo dos pasos para volver por donde había venido, ya que si seguía me encontraba aún más en la oscuridad, en esas calles no hay luz. Cuando él se da cuenta de mi intención, baja de su moto y comienza a perseguirme corriendo, no logro adelantarle así que comienzo a gritar, me agarra y tira al suelo, empieza a tocarme mis partes genitales, sigo gritando, trato de que salga de encima empujando mi cuerpo hacía atrás con mis codos. A lo lejos se ven las luces de un auto, así que sale de encima mío y se va”.
Y agrega “No sé quién era el tipo, nunca lo ví en mi vida. Iba en una moto 110 azul, con casco, sin visera, vestía de negro, no era ni gordo ni flaco, era de tez morena. La denuncia correspondiente ya está hecha.”
Ante de cerrar su relato, reflexionó “solamente quería compartir mi trauma por este medio, para que las mujeres tengan cuidado”.
Un problema de larga data
Como se relató, el hecho ocurrió sobre calle Beltramino, entre Actis y L. Marchini. Un sector que parece ser el “patio de juego” de delincuentes y abusadores, dado que apenas cae la tarde, se convierte en una “boca de lobo” según denunciaron varios vecinos que viven en el sector. 
Cabe recordar que incluso, algunos meses atrás, el propio Concejo se había ocupado del tema, presentando varios proyectos para reclamar la iluminación del lugar, habida cuenta de los reiterados hechos de inseguridad que se registraban en esa zona de la ciudad. 
Habiendo pasado dos meses desde ese ataque, las cosas siguen igual sobre esa arteria. La iluminación no existe, y las pastizales y matorrales se convierten en escondites ideales para los malvivientes, que esperan agazapados en la oscuridad a que sus víctimas pasen por el lugar y caigan en sus manos. 
  

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