La semana pasada, el ministro Julián Domínguez estuvo en el norte santafesino explicando los alcances del Plan GanAr 2022.
Como primera medida, celebramos la presencia del funcionario en el territorio, condición necesaria para un intercambio enriquecedor para ambas partes, y para que pueda dimensionar de primera mano la realidad de la situación productiva.
Sin embargo, consideramos que la presentación estuvo vacía de contenido. A decir verdad, creemos que no se trata de un Plan Ganadero, con todo lo que ello implica, sino más bien una línea de crédito (que además estará disponible para algunos pocos).
Necesitamos ponernos a trabajar entre el Gobierno y las entidades para lograr una verdadera política agraria que abarque todo el espectro de la ruralidad, no solo lo productivo sino también lo social y económico.
Por último, si bien las líneas crediticias son una herramienta fundamental para la producción, no son la única, sobre todo cuando no son fácilmente accesibles para los pequeños productores, que no quieren terminar siendo “planeros” de los bancos.
En definitiva, estamos convencidos que si se le otorga mayor libertad al sistema productivo va a ser más beneficioso para el sector y para la producción. Basta de cepos, cupos y trabas de todo tipo para producir, industrializar y exportar. Ese es el mejor plan ganadero, y los productores sabemos bien cómo llevarlo adelante, por el bien de la provincia y del país.