Opinión

Campo de Mayo: audiencia con represores en el banquillo

el banquillo de los acusados, se realizó ayer la primera audiencia del 13º juicio de la megacausa Campo de Mayo en el que se juzgan los crímenes de lesa humanidad cometidos en la comisaría 2º de San Martín. Se tratan los casos de 14 víctimas, tres de las cuales permanecen desaparecidas. Los imputados que estuvieron presentes son el ex general Santiago Omar Riveros, quien comandó la represión en la jurisdicción de Campo de Mayo; el ex militar Rodolfo Emilio Feroglio, a cargo del área operativa en San Martín; yCarlos Caimi, quien comandó, entre 1975 y 1977, la seccional de Villa Ballester que funcionó como centro clandestino de detención. Llegaron una vez que comenzó el debate oral y público y se retiraron antes de que terminase, consignó Tiempo Argentino.
El proceso se inició con la lectura de la acusación por parte del Tribunal Oral Federal 1 de San Martín. Luego los jueces Marta Milloc, Diego Barroetaveña y María Lucía Cassain hicieron lugar a un pedido de ampliación de laindagatoria de los acusados "por delitos sexuales". Los tres represores se negaron a declarar. Acto seguido declaró una de las víctimas: Luis Sacomani, delegado gremial de la UOM capturado en su casa dos días después del golpe de Estado, relató cómo fue torturado en la comisaría, donde permaneció cautivo 60 días.
Sacomani contó sus vivencias en la seccional junto a uno de los tres desaparecidos: José María Castiñeiras, presidente del bloque Justicialista del Concejo Deliberante de General San Martín entre el 73 y el momento de su secuestro, el 30 de abril del 76. Fueron trasladados juntos a simulacros de fusilamientos. Hasta que en una ocasión José María no volvió. Sacomani salvó su vida cuando pasó a disposición del Ejecutivo. Quedó en libertad en octubre del 77. Tras su testimonio declararon su hermana y su hermano.
En la próxima audiencia, el 25 de agosto, está pautado que declare Ángel Núñez, uno de los cuatro trabajadores de la metalúrgica BOPAVIque fueron secuestrados en la fábrica en pleno horario laboral, el 16 de agosto del 76. Junto a él, una patota del Ejército y la Policía Bonaerense"chuparon" a Héctor Barrera, Leonardo Calchinsky y Ricardo Ponteprimo. Todos fueron llevados a la comisaría. También prestará testimonio el mismo día Enrique Íbalo, secuestrado el 2 de diciembre del 76 junto a su esposa Amelia González.
Los querellantes esperan que durante el pleito se ponga de manifiesto el rol de las comisarías como centros clandestinos de detención en la zona norte del GBA y específicamente en San Martín, y la complicidad empresaria en los secuestros. "Esperamos que se ventile que el responsable policial tenía pleno conocimiento de la represión, que liberaba zonas y colaboraba en los secuestros y torturas", aseguró a Tiempo el abogado Ernesto "Coco" Lombardi.  

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