Provinciales

Cámara de diputados: 1 de cada 5 bancas será ocupada por una mujer joven

El promedio de edad en la Cámara de Diputados de la provincia de Santa Fe será de 45 años desde este fin de año. La más joven en ocupar una banca, de la historia y a partir del 10 de diciembre, será Agustina Donnet de Igualdad y Participación (IyP), con 25 años. El más avanzado en edad será Ricardo Olivera del Partido Justicialista (PJ), con 65.

Se trata de una renovación generacional si se considera que las bancas asumidas en 2015 promediaron los 51 años.

La explosión de los movimientos que reclaman por los derechos de las mujeres, las exigencias de las militantes dentro de sus partidos políticos y la repercusión de la reglamentación de la Ley Nacional 27.412 de paridad de género en las listas que se aplicó a partir de este año en las Paso nacionales del 11 de agosto mejoraron la calidad democrática en términos de representación en las candidaturas de cargos. Del total de 50 bancas, 27 serían ocupadas por hombres y 23 por mujeres.

En la provincia de Santa Fe, desde 1992, está vigente la Ley 12.802 que establece que (como mínimo) las listas, en todas las escalas provinciales, deben estar compuestas por mujeres en al menos un tercio de los lugares. Esta es la primera vez que se alcanzó un 46 por ciento de participación de mujeres en la Cámara de Diputados.
Sin embargo, la actual diputada provincial, Cesira Arcando (Cambiemos), que quedó como primera suplente en su lista en las elecciones de este año reclamó respetar la paridad y demandó la banca del quinto diputado electo, Sebastián Julierac Pinasco. Eso se definirá este jueves al momento de la jura de los legisladores electos. Si el pedido de Arcando prospera –eso lo definirán el resto de los diputados–, las mujeres pasarían a ser 24 y quedarían en un 48 por ciento de cupo.
El 56 por ciento del total de las bancas femeninas serán ocupadas por mujeres menores de 40 años. Mientras que las menores de 35 representan el 22 por ciento del total de la Cámara de Diputados. Es decir, una de cada cinco bancas será de una joven. El Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS) es el espacio político que más mujeres jóvenes contiene: son seis. Luego, cada bloque tiene una a excepción de Cambiemos.
El promedio de edad de las 23 diputadas electas es de 40 años, mientras que el promedio de varones es de 50. Además de Donnet, hay dos diputadas electas sub 30: Jimena Senn (UCR-FPCyS) y Gisel Mahmud (PS-FPCYS), ambas con 29. Les siguen Marlén Espíndola (PS-FPCys) y Orciani Georgina (UCR-FPCyS), con 31; Lucila De Ponti (PJ) y Lionela Cattalini (FPCyS), con 33; Pacchiotti Damaris (FSyP) y Armas Belavi (Unite), con 34; y Juan Cruz Cándido (FPCYS) y María Laura Corgniali (FPCYS), con 35.
La licenciada en Ciencias Políticas e investigadora de IHUCSO Litoral y becaria de Conicet, María Emilia Perri, analizó las trayectorias de los diputados que cumplieron funciones entre 1983 y 2015 y observó sobre este año electoral: "El movimiento de mujeres logró romper la lógica de cómo se daba la práctica política y la constitución de las listas. Pero por otro lado hay que hacer una diferencia entre lo que pasa en Diputados de lo que pasa en Senadores. Tiene que ver con pensar en cómo se componen las listas y cómo se transforman en escaño".

"Entonces hay una renovación en la Cámara baja en una clave de juventud y femenina que tiene que ver con la irrupción de las mujeres, con lo que viene pasando con la ley de cupo y también hay un sistema de distribución de escaños. También pasa que el partido que gana por mayoría simple se lleva 28 bancas entonces toda la lista entra completa, y después tenés las 22 bancas restantes que ingresan con sistema D'Hondt, que es un sistema proporcional entre los partidos que permite que si en los primeros lugares de las listas hubo mujeres van a entrar", analizó.

"Ahora, en Senadores –aclaró– es totalmente distinto porque son uninominales entonces una candidatura implica una banca que si gana no tiene renovación, ni etaria ni femenina. Se ve en lo que se viene dando en la última década, que los senadores son siempre los mismos, con una construcción de poder territorial muy fuerte. Ahí sí hay una lógica masculina de poder que no se puede romper".
Cabe destacar que en 2015 las bancas femeninas promediaron los 48 años en la Cámara baja de la Legislatura provincial y ocuparon un 36 por ciento del total de diputados. Asimismo, de las 18 diputadas solo una renovó banca: Clara García Alonso, de 59 años.
Perri observó: "Es muy interesante eso que sucede porque desde la bibliografía en Ciencias Política, los libros dicen que es el espacio legislativo donde las mujeres se desarrollan. Los problemas de las mujeres serían los cargos uninominales y los ejecutivos. Por el contrario, cuando uno mira la Cámara de Diputados de Santa Fe no hay renovación de mujeres en las bancas. Eso podría explicarse desde varios lugares: uno es que puede ser que hay trayectorias, prácticas, lógicas que hacen que la mujer sea expulsada de esos lugares y otra es que elijan trasladarse a otros espacios políticos, como por ejemplo cargos de gestión".

"Cuando uno mira a aquellas mujeres que ya estuvieron en escaño y no continuaron, salen de ese espacio. Incorporaría también a los partidos políticos para pensar cómo ayuda o no a estas mujeres a continuar. En el caso de todas estas mujeres jóvenes que han ingresado me parece que el partido también va a tener un rol importante. Habrá que ver cómo los partidos ayudarán o restringirán a las mujeres para que continúen en esos espacios", agregó.

"El legislativo –continuó– tiene horarios que muchas veces no ayudan a que la mujer pueda desarrollar su vida política. Las reuniones se dan en horarios nocturnos, o al mediodía, en la comida. Y las mujeres expresan que muchas veces no pueden estar por tener que estar dedicándose a tareas de cuidado. Esto se observa cuando se mira cuántos hijos tienen los varones y las mujeres que han sido legisladores. Las mujeres tienen entre uno o dos o no tienen directamente, y los varones pueden llegar a tener hasta seis hijos. Eso da cuenta que hay todavía momentos que la mujer dedica a su familia y no así el varón que se dedica a la política".

Y agregó: "El 2019 rompe con esta lógica, pero lo que se venía dando es que la mujer entra a la vida política después de la edad reproductiva. O lo hace cuando esos hijos ya son grandes. Por eso ingresaban después de los 45 o 50 años, y con un recorrido profesional muy fuerte a diferencia del varón donde las trayectorias van de la mano. En general tanto en varones como en mujeres suelen ser universitarios, y casi todos son abogados".

"En las mujeres se da que la docencia es recurrente, pero lo llamativo es que si bien todos son universitarios las mujeres tienen en mayor número y proporción de posgrados terminados que los varones, que tienen un promedio bajo. La mujer necesita validarse profesionalmente para tener un espacio dentro de las listas. El 2019 no da cuenta de esto, sino que habla de chicas formándose, menores de 30 años, que aún no tienen posgrados porque es difícil que a esa edad los estén haciendo", señaló.

La lista con el promedio de edad más bajo es Unite, con 42 años, y la más alta es el Partido Justicialista, con 49. Además, son diez los legisladores que fueron reelectos para cuatro años más: nueve las ocupan varones y una sola mujer. Son Fabián Palo Oliver (UCR-FPCyS), Joaquín Blanco (PS-FPCyS), Gabriel Real (Partido Demócrata Progresista - FPCyS), Ariel Bermúdez (FPCyS), Leandro Busatto (PJ), Carlos del Frade (FSyP), Rubén Giustiniani (IyP), Luis Rubeo (PJ), Julián Galdeano (UCR) y Clara García Alonso (PS-FPCyS).

Al mismo tiempo, son seis los diputados electos mayores de 60 años: Miguel Lifschitz (PS-FPCyS) que asumirá con 63, Real con 61, Giustiniani con 64, Rubeo con 62 y Olivera con 65.

"Tiene que ver con la crisis de los partidos tradicionales. El PJ tiene una construcción mucho más rígida en cuanto a estructuras jerárquicas. En estos casos suelen tener espacios asegurados. Olivera, más allá de la edad es el presidente del partido, en estas elecciones jugó un papel importante para reagrupar las distintas facciones del peronismo. Eso hace que haya tenido un lugar dentro de la lista. Y también cómo se leen las juventudes. Por ejemplo, tenés un Leandro Busatto que dentro de todo es un legislador joven pero hace ya tres o cuatro elecciones que viene jugando con espacios espectables de ser electo. ¿La juventud se lee solo en términos etarios? ¿O también tiene que ver cómo operan dentro del partido y desde hace cuánto que vienen gestando su propia trayectoria?", se preguntó Perri.
"Unite, con un programa bastante tradicional y conservador, logró sin embargo incorporar gente de edad no tan avanzada. Es lo mismo que pasa con las mujeres cuando se intenta hacer lecturas más homogéneas. No necesariamente una mujer va a tratar los temas de la agenda del movimiento de mujeres y no necesariamente un joven va a traer una renovación en términos de programas electorales o temas a tratar. ¿La modificación etaria cambia los temas? Es algo que la Cámara de Diputados va a demostrar ahora. Si tener gente joven te modifica la composición de temas", dijo Perri sobre este punto.
Senado:
De las 19 bancas de senadores en la Legislatura provincial, 16 renovaron sus cargos. Uno de cada tres está en edad jubilatoria. Los mayores de 65 son seis Ricardo Kaufmann (77), Osvaldo Sosa (72), Cristina Berra (71), Eduardo Rosconi (67), Armando Traferri (65) del Partido Justicialista, y Joaquín Gramajo (66) electo por el FPCyS. El promedio de edad a partir del 10 de diciembre de 2019 será de 57 años. En comparación, en 2015 la Cámara alta asumió con un promedio de 55. Cabe destacar que del total de bancas, solo habrá tres nuevos senadores en el cargo (por Rosario, La Capital y San Jerónimo) y en esos casos los electos son más jóvenes que sus antecesores.
El más joven será el senador electo Marcos Castelló (PJ), con 42, y el más avanzado en edad Kaufmann. Sobre Castelló, Perri apuntó: "Es un «joven» que también es nuevo en política y que ha logrado acaparar un lugar dentro del peronismo que estaba perdido. Pero también, ganó en un distrito como La Capital que al igual que Rosario tiene mucha renovación porque nunca son los mismos, suelen ser los departamentos que cada cuatro años cambia senador".

"Pero el Senado tiene un problema que incluso después se torna político, porque cómo hacés para sacar leyes cuando hace 10 o 15 años que no modifica su composición en cuanto a las personalidades. Eso también tiene que empezar a ser dicho y puesto en consideración. Termina siendo funcional a la política más tradicional porque tenés los mismos personajes cuando la sociedad va cambiando, los temas, la agenda política y legislativa se va modificando pero estas personas siguen trabajando determinadas legislaciones. Eso lo ha sufrido el movimiento de mujeres en la provincia con, por ejemplo, la ley de cupo, la ley de Educación Sexual Integral", agregó.

La única senadora:
Cristina Berra, del departamento San Martín, fue reelecta por un cuarto período este año. Fue la única senadora mujer entre 2015 y 2019 y será la única senadora mujer entre 2019 y 2023.
"Es un caso paradigmático para observar porque ella entró en esa lógica, hace ya tres períodos. Hay un aprendizaje que ha hecho de sus pares varones que le ha permitido seguir estando en ese lugar. Que no fue así con senadoras anteriores, porque no revalidaron su lugar ni continuaron en cargos. El Fondo de Fortalecimiento Institucional que manejan hace que tengan un poder territorial que es difícil después sacárselo. No obstante, ese fondo está desde el año 2011 con lo cual más allá del dinero tiene que haber otra explicación que tiene que ver con las prácticas que les permiten estar en esos lugares. Tenemos senadores que están desde 1987 o 1991, entonces, tampoco podría explicarse solo en función del dinero que manejan", describió Perri.
El logro de la mujer:
Por último, Perri apuntó: "Fueron las mujeres solas quienes lograron, sin una ley electoral que las ampare, incorporarse en todas las listas. Ahí también la fragmentación de sistemas de partidos jugó para que haya más mujeres porque entraron en muchas listas, cosa que antes no venía pasando".

"Antes –explicó– entraban solamente las dos listas más importantes porque había mucha diferencia de votos con los terceros, cuartos o quintos partidos presentados. En casos donde se implementa la paridad la respuesta es de un nivel de violencia política muy fuerte contra la mujer. Los casos más emblemáticos son México o Bolivia con hasta muerte de candidatas o legisladoras electas".

"Habrá que mirar cuál es la respuesta de la misma institución a las mujeres jóvenes. ¿Van a tener espacio? ¿Van a poder participar en comisiones como presupuesto o constitucional? ¿O van a quedar relegadas a otro tipo de comisiones sin tanta injerencia en términos políticos electorales? Porque presupuesto o constitucional es lo que corta un poco el tema en la Legislatura. ¿Qué lugar van a tener estas mujeres y cómo van a jugar los partidos para darles espacio a estas mujeres? Esa es la gran duda. Lograron ingresar, ahora, el partido ¿cómo va a jugar en los bloques para que puedan tener realmente un lugar de liderazgo?", concluyó.

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