En los últimos días dábamos cuenta de dos casos de violencia que habrían tenido como origen episodios de brotes psicóticos. Por dicho motivo, dialogamos con el psiquiatra Alejandro Ruiz Díaz, quien explicó en qué consisten estos episodios, como pueden desarrollarse y qué injerencia tienen a la hora de una condena.
"Los seres humanos mantenemos con ciertos esfuerzos nuestros equilibrios físicos, psíquicos, estamos intentando siempre mantenernos en contacto con la realidad que nos envuelve". Comenzó el especialista, "a veces en forma abrupta algún evento llega a la vida del sujeto y produce un quiebre demasiado grande que este no puede contener, otras veces se produce en algún momento un gatillo de una situación pero que el sujeto venía de hace mucho tiempo reteniendo, y explota, entonces, lo que sucede es que se quiebra nuestra capacidad para relacionarnos con la realidad, entonces caen ciertos parámetros y nuestras conductas, nuestras emociones, nuestra capacidad de entender, se ven profundamente afectadas y pasamos al acto con hechos que demuestran que no estamos pudiendo gestionar esta relación con la realidad".
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En relación a las causas que pueden llegar a provocar estos brotes psicóticos, explicó: "no siempre la causa es puramente interna del sujeto y psicogénica, hay situaciones, como toxicidades, como por ejemplo la droga o el alcohol que pueden potenciar este tipo de cosas, hay mucha relación entre el consumo de drogas y la posibilidad de un brote psicótico. No siempre es un cuadro que solamente se relaciona con la estructura mental del sujeto, que de hecho tiene que tener una determinada estructura mental, si no, no hace el brote psicótico, puede estar esto aumentado y mediado por el consumo de ciertas sustancias".
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Ante la consulta sobre cual es la intervención que los médicos psiquiatras tienen al momento de la condena de una persona que en un episodio de brote psicótico ha cometido un hecho delictivo, Ruiz Días aclaró que:
"Eso es tema de la medicina legal, las leyes dicen que una persona debe responder penalmente por sus hechos si en el momento en que comete los hechos comprende la criminalidad de estos y es capaz de dirigir sus acciones, entonces, si las motivaciones de su conducta interior son tan fuertes que lo sobrepasa y el sujeto no tiene conciencia de lo que está haciendo y no puede frenarse, es inimputable".
Por lo tanto, demostrar que una persona no es consciente de la delictividad del hecho por estar atravesando un episodio de brote psicótico "es una dura tarea de los jueces y peritos, los jueces recurren a 2 o 3 peritos que establecen relación con el sujeto, tratan de determinar su estructura psíquica, de establecer su estado mental y tratan de establecer que estado mental tenía en el momento del hecho, lo cual a veces es posible y a veces deja dudas".
En cuanto a como debemos actuar en caso de presenciar un episodio de brote psicótico, Ruiz Díaz aclaró: "cuando la persona con un brote psicótico pasa a la violencia, hay que entender que no está pudiendo manejarse, y que es muy difícil establecer en ese momento una relación de contención de la persona, es un momento peligroso. Una persona con experiencia puede relacionarse con el sujeto y lograr apaciguarlo o frenar la situación, pero también hay brotes donde la persona está simplemente fuera de la realidad o se da una despersonalización, es decir, la persona no se siente ella misma y produce hechos de delirios, que no son peligrosos".
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