Opinión

''Atrás quedaron los días de incertidumbre y miedo que se hacían eternos''

Atrás quedaron las escapadas al hospital, a golpear una puerta para dejar una bolsa rotulada con pertenencias. Estos papelitos, son guardados, no sé si como un  buen o mal recuerdo. Malo, Porque realmente es algo que no le deseamos a nadie. Bueno, Porque literalmente lo tomamos como “volver a nacer”. Más de un año de pandemia. Trabajadores esenciales ambos, yo trabajadora de la salud. Cómo todo ser humano hemos pasado por todas las etapas (extremo cuidado, cansancio, miedos, paranoia, el “ya fue todo” , volver a los cuidados extremos), En ese momento, en el que extremamos los cuidados, incluso hicimos burbuja para evitar lamentos, Nos contagiamos. ¿Donde? ¿Por quién? Nadie sabe. A esta altura eso ya es imposible de saber. Maldito Positivo que nos desestabilizó completamente. Hasta el momento, solo era yo quien portaba el virus.  ¿Que síntomas tuve? Congestión. Nada más. Creo firmemente que las vacunas ayudaron muchísimo a que yo pase mis días, Imposible decir “Bien” porque el miedo a contagiar a mí pareja ( hasta el momento negativo) era enorme. Cuidados, Aislamiento en una habitación de la casa, nada de eso sirvió. Se contagió igual. ¿Síntomas? Molestia en la garganta e hipo constante. Nebulizaciones, medicamentos, nuestro cuerpo más allá de todo parecía que iba bien. Casi a nada de mí alta epidemiológica, y caminando por el día 9 del virus en él, Se vino a pique todo. Neumonía bilateral, tan temidas esas palabras. En un abrir y cerrar de ojos, idas y venidas al hospital, llamadas telefónicas con la Dra que nos hacía el seguimiento, Nos encontramos con la internación. Uy! Cómo te explico ese momento y los días restantes… Sólo aquel que lo vivió, podrá decir lo que duele. Vos en casa, él allá. Días interminables esperando el parte médico. Rezando para escuchar que todo está bien y que hay mejoría. Desde adentro, Puedo decir las palabras que me dijo él, “Se respira miedo”, “Se ve la muerte de cerca” . Gracias a Dios y al universo, esos días terminaron. Y por suerte, está en casa. Aún queda mucho por delante, pero creemos que parte de lo peor ya pasó. La otra parte, además de la neumonía, son las secuelas que quedaron. ¿Para que contarlas, no? 
¿Por que escribo esto? Además de intentar generar conciencia a través de nuestra horrible experiencia porque lamentablemente hasta que no te toca no sabes lo que es y se ve que hay mucha gente que aún no logro dimensionar esto, Es para AGRADECER infinitamente al personal del 107 que estuvo desde nuestro primer llamado. Personal que nos realizó los hisopados, La Doctora Psiciolari que nos acompañaba por teléfono. Doctores de guardia Covid. Doctora Boidi. Al increíble Doctor Emilio Scarinci. A los enormes enfermeros de todo el hospital, personal de limpieza y seguridad (Que pocas veces son reconocidos), Y a la gente de la municipalidad de Rafaela a cargo de “Rafaela responde” que estuvieron siempre muy pendientes de nosotros. Ojalá algún día sean reconocidos como se merecen, porque a veces con los aplausos no alcanza. Y no se trata sólo de de algo económico. Sino de la empatía y conciencia de la gente. 
GRACIAS!!! GRACIAS!! GRACIAS!! 
NADIA FERRERO.
MARTIN CALDERÓN.

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