Lo informó la fiscalía federal, sin especificar si durante las operaciones se hallaron armas o explosivos. Los allanamientos realizados anoche se encentraron en una zona de locales de moda flamencos cerca del canal de Bruselas, y en la Rue de la Clé frente a Molenbeek.
La fiscalía no dio mayores detalles, pero según algunos medios locales la noche de los ataques hubo diversos contactos telefónicos desde la capital francesa a la belga, en particular a través de mensajes enviados a dos celulares que estaban en Bélgica.
Las autoridades están buscando al dueño, que habría tenido un papel de coordinador, pero éste no se encuentra al parecer entre los detenidos.
Entretanto, según contó durante los interrogatorios Hamza Attou, uno de los dos amigos que Salah Abdeslam llamó en la noche de los atentados para que lo sacaran de París, el atacante "era como un niño de doce años que lloraba" por teléfono al punto de dar "pena".
"No me traicionen", habría repetido obsesivamente y "en pánico" en el camino de regreso en auto hacia Bruselas.
"Lloraba y gritaba contando lo que había sucedido", dijo Attou a los investigadores, según figura en las actas de los interrogatorios: "Nos dijo que había cometido los atentados de París, que era la décima persona en realizar los atentados".