El cinturón hortícola santafesino, especialmente en la zona Norte de la capital provincial y en localidades como Monte Vera y Ángel Gallardo, sufrió el fuerte impacto de temporales que dejaron destrozos e inundaciones en muchas hectáreas de campo dedicadas a la producción de verduras. En esas zonas se surten verdulerías y comercios minoristas de Rafaela, por lo que el impacto de la devastación producida se sentirá en los precios a los consumidores.
En declaraciones al diario Uno, de la capital provincial, el presidente de la Sociedad de Quinteros de Santa Fe y representante de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Guillermo Beckmann, reveló que las intensas lluvias del miércoles (cayeron más de cien milímetros en la capital provincial, pero en muy pocos minutos, con una intensidad inédita equivalente a 200 mm por hora) produjeron graves destrozo en el cordón hortícola que rodea a la capital provincial. "Hay pequeños productores que perdieron todo, por lo que algunas verduras van a ir escaseando y las que se traigan de otros puntos del país van tener un incremento en sus precios", advierten desde Santa Fe.
El dirigente explicó que el sector hortícola está compuesto por unas 1.500 hectáreas y 300 pequeños productores: "Un 60% de ellos alquila su tierra, pero por lo menos tienen la vocación del trabajo, acá no hay nada de especulación. Hay una pérdida total en el sector donde cayó granizo, no queda nada, esos pequeños productores van a necesitar 10 días aproximadamente, si mejora el tiempo, para entrar a la tierra y para empezar a cultivar algunas verduras se van a necesitar entre 50 y 60 días más, como mínimo de 60 o 70 días para que haya un ingreso. En el medio de todo eso van a tener que conseguir plantines, pagar los fitosanitarios y las semillas que están todo en dólares. Es un panorama muy desalentador, toda el área de Aristóbulo del Valle hacia General Paz es tierra arrasada y en toda la zona de Ángel Gallardo, se perdió todo, hace mucho no veía esto", dijo, en declaraciones reproducidas por el diario Uno.
El impacto más notorio
"Y la zona que más o menos cosechó algo de verdura fue golpeada por el agua y el viento, pero queda mercadería todavía. De todos modos, va ir escaseando, faltando. Y mi preocupación es que los dos puntos más débiles de la cadena son los productores primarios que no van a tener insumo y los consumidores finales que van a tener que pagar más los productos", añadió el dirigente.
La acelga, la achicoria, la rúcula, la remolacha, la cebolla de verdeo fueron las verduras de hoja afectadas por las intensas lluvias. "El tomate hoy en día está por las nubes porque se cortó la producción de Corrientes, Salta y queda sólo La Plata con una pequeña producción y algo de Tucumán, pero no está entrando la cantidad suficiente. Y en nuestra zona cada productor hace un poquito de tomate, de las 1.000 hectáreas que se sembraban en la década del 90´, hoy hay entre 20, 30 o 40. Esto va a lograr que durante un mes el precio se acomode porque va a haber una producción local, sin intermediarios. Y dentro de la zona afectado hay algunos lugares con tomate, por lo que va queda entre 10% o 20% de esa producción".
Beckmann señaló que estos destrozos pueden llegar a tener su impacto en las góndolas: "Pienso que sí, a lo mejor en lo inmediato no, pero ya el productor estaba sembrando mucho menos porque venimos de una carrera contra el tiempo de los costos. Estamos vendiendo con precios del año pasado, un paquete de acelga está entre $100 y $200, la achicoria y rúcula también, un kilo de lechuga está $400, $500. Además, los insumos son todos en dólares, si tiene que sembrar una hectárea hace la mitad o 3/4".
Sostuvo que pese a las intensas lluvias quedó mercadería en la zona, pero deberán compensar lo que se destrozó con verduras de Mendoza y Mar del Plata. "Pero ahí pasa por varias manos que hace que el producto se encarezca", manifestó, según señala el informe periodístico que se reproduce en este espacio.
Ante las pérdidas, los productores ya se pusieron en contacto con el Ministerio de la Producción, donde evaluarán la ayuda que les puedan aportar, sobre todo a los pequeños productores que poseen entre tres, cinco o diez hectáreas. "Estar 60 o 70 días sin ingresos no serán fáciles, hay que ponerse en el lugar de cada uno, acá no somos grandes terratenientes. Es un sector que hace mucho sacrificio", manifestó.