Arranca un nuevo sueño. Hace cinco años la Selección Argentina, con Lionel Messi a la cabeza, se quedó en las puertas de la gloria en la final del Mundial de Brasil tras caer ante Alemania en tiempo suplementario.
Si bien la historia es distinta, el objetivo sigue siendo el mismo: entonar el grito de "dale campeón, dale campeón" en tierras cariocas.
En la tarde del sábado dio comienzo en el país vecino la XVIII Copa del Mundo Sub 17, un torneo en el que la Argentina promete ser un gran protagonista.
El equipo dirigido por Pablo Aimar buscará quedar en la historia consiguiendo por primera vez un campeonato mundial en esta categoría.
La mayoría de los 21 jugadores que forman parte de la lista de convocados vienen trabajando desde hace largo rato con el Payaso, por lo que se espera ver un equipo ya bastante aceitado en cuanto al juego.
No hay que olvidar que este equipo se consagró en el mes de abril en el Sudamericano Sub 17 disputado en Perú, torneo que le dio el pasaje para la máxima cita a nivel selecciones.
La Selección, que se despidió hace unos días derrotando a Nueva Zelanda en el estadio de Estudiantes de Caseros, se instaló en el norte de Brasil, más precisamente en Vitoria.
En esa ciudad, la Albiceleste disputará sus tres compromisos por el Grupo E: el 28/10 ante España, el 31/10 con Camerún y cerrará la primera fase con Tayikistán el 3 de noviembre.
Todos los partidos se disputarán en el Kléber Andrade, un estadio con capacidad para 21.000 personas.
Hasta el momento las mejores actuaciones argentinas fueron tres terceros puestos (1991, 1995 y 2003) y dos cuartos puestos (2001 y 2013). Pero Aimar y compañía quieren cortar con la sequía e intentarán hacer realidad el sueño de ser campeones del mundo por primera vez.