A primera hora de la tarde de este martes, se concretó en el Concejo Municipal un nuevo encuentro en el marco de la mesa de diálogo propiciada por el cuerpo legislativo para analizar y revisar aspectos de la legislación relacionados con el ordenamiento de la denominada "nocturnidad", entendida ésta como todo lo relacionado con la industria del entretenimiento.

En esta ocasión, fue el turno de los DJs y productores de eventos, como anteriormente habían sido los propietarios de bares y locales nocturnos los que intercambiaron opiniones con los ediles.

Luego de la presentación de algunos de los cambios que se están proponiendo en materia de modificaciones a las diferentes normativas -desde artículos del Código Urbano hasta las ordenanzas que regulan factores de ocupación, ruidos molestos y controles sobre este tipo de eventos- se inició un intenso debate entre los presentes.

Ruidos molestos, principal reclamo

Uno de los puntos principales sobre los cuales plantearon sus reclamos los productores de eventos fue el tema de los ruidos molestos. Uno de los principales puntos de discusión fue los métodos que se utilizan para medir los decibeles de la música. Para los organizadores de eventos, "muchísimas veces alcanza con la denuncia de un vecino para que nos paren una fiesta. No sabemos quién nos denuncia, miden el volumen en la puerta del boliche o del local, nos obligan a apagar la música y en lo mejor de la fiesta se apaga todo", describieron algunos.

No faltaron los testimonios que denunciaron la irrupción de personal policial "con armas largas" en las fiestas: "llegan los policías con escopetas e intervienen con un despliegue que no vemos ni siquiera cuando actúan contra los delincuentes", manifestaron algunos de los presentes.

En esa "catarsis", también revelaron que en festejos de cumpleaños, por ejemplo, "nos han llegado a amenazar con poner controles de vehículos en las salidas para retener autos y motos con cualquier excusa si no levantamos la fiesta inmediatamente".

Los límites de la tolerancia

Quedó la sensación de que entres los productores y organizadores de eventos hay una unánime posición de queja ante lo que consideran una intolerancia de los vecinos hacia los espectáculos nocturnos. Una de las interlocutoras de los concejales señaló que ante cada evento que organiza recorre el vecindario para dejar su teléfono personal para cualquier problema que pueda surgir -desde autos mal estacionados hasta música a excesivo volumen-, pero que sólo una vez una vecina le dejó un mensaje por una queja puntual. Sin embargo, las denuncias "llueven" y -coincidieron los presentes- "a veces basta la denuncia de un vecino para que nos vengan a cerrar la fiesta".

"Acá nosotros vinimos porque queremos charlar, dialogar, proponer soluciones, escuchar alternativas. No vemos que los vecinos que nos hacen problemas permanentemente tengan la misma actitud", planteó otro de los presentes. "Este es un buen primer paso porque hace 8 años que se habla de evaluar cambios a un ordenamiento que no está funcionando", señaló otro.

Como se sabe, este tipo de encuentros tiene como objetivo enriquecer la información de los ediles que están analizando los cambios posibles a implementar en las ordenanzas que impactan contra el desarrollo de la industria del entretenimiento. Una de las motivaciones de estas convocatorias y de los cambios que se están planificando tiene que ver con la idea de mejorar la legislación vigente y evitar que una gran cantidad de jóvenes que eligen otros puntos de la región para divertirse -con los riesgos y costos que implica ir a otras localidades- por falta de alternativas que resulten atractivas en Rafaela.