En el corazón de Barrio Jardín, una iniciativa cargada de amor y compromiso está marcando la diferencia en la vida de muchas familias. María Luisa Lovaiza, una vecina del barrio, ha transformado su anhelo de toda la vida en una realidad admirable: un comedor solidario que, cada jueves, brinda viandas a alrededor de 40 familias necesitadas.
“Mi sueño siempre fue tener un comedor o un merendero, y Dios me lo propuso de un día para el otro”, relató María Luisa, quien comenzó con este proyecto hace casi tres meses con el apoyo de su familia. Desde entonces, cada semana dedica su tiempo y esfuerzo a preparar viandas completas, cargadas de nutrientes y sabor, que se convierten en un alivio para quienes atraviesan momentos difíciles.
Una familia unida por la solidaridad
La tarea no es sencilla. María Luisa cuenta con la ayuda de sus hijas y su nuera para pelar, picar y cocinar los alimentos. “Empezamos a preparar todo alrededor de las cuatro y media de la tarde. A las ocho ya está todo listo para que las familias vengan a buscar su vianda”, explicó. Entre las opciones que ofrece suelen incluirse fideos, arroz, polenta, albóndigas y hasta hamburguesas, dependiendo de las donaciones que recibe.
Si bien la mayoría de los recursos provienen de vecinos solidarios que aportan pequeñas cantidades de arroz, fideos o verduras, también hay quienes donan carne y pan, elementos esenciales para garantizar que cada plato sea completo. Sin embargo, las necesidades son muchas, y María Luisa invita a comercios y particulares a sumarse con donaciones para poder sostener y expandir el alcance de su iniciativa.
Una red de apoyo y amistad
Más allá del alimento, este comedor ha creado un espacio de contención y comunidad. “Al principio, la gente venía con vergüenza, pero yo les digo que somos como otra familia. Ellos vienen, retiran su vianda, y nos hemos convertido en amigos”, compartió.
En un contexto económico complejo, donde muchas familias enfrentan dificultades para llegar a fin de mes, la labor de María Luisa es un rayo de esperanza. Su sueño no solo es mantener este proyecto, sino también hacerlo crecer: “Quiero seguir con mi olla popular y que nadie se quede sin un plato de comida”.
¡Sumate a colaborar!
Para aquellos que deseen apoyar esta causa, las donaciones de alimentos no perecederos, verduras o carne serán recibidas con gratitud. Además, María Luisa invitó a quienes puedan ayudar a pelar verduras o colaborar en la organización de las viandas.
“Mi dirección es Scalabrini Ortiz 836, y mi teléfono es 03492 273190. Los espero con los brazos abiertos”, concluyó.