En el caso se investigó el crimen de la nena de 12 años que en 2016 se convirtió en la primera víctima de grooming seguido de muerte en Argentina.
El 19 de octubre de 2017, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 de Bahía Blanca condenó a Luna a prisión perpetua por resultar autor de los delitos de homicidio triplemente calificado por haberse cometido sobre una mujer mediante violencia de género, por alevosía y para ocultar otros delitos y no haber logrado el fin e intención que guiaba su conducta de cometer un delito contra la integridad sexual, en concurso real con los delitos de acoso sexual tecnológico y robo (artículos 80, incisos 2, 7 y 11; 131 y 164, del Código Penal).
La defensa apeló esa decisión en las sucesivas instancias, cuestionando que la pena sea a prisión perpetua.
Llegado el caso hasta el Máximo Tribunal, la Corte, con la firma de Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, desestimó el planteo de la defensa de Luna, quedando firme su condena.