La ciudad de Rafaela sufre una importante migración de jóvenes los fines de semana hacia localidades cercanas en busca de diversión nocturna. Así lo confirmaron a RAFAELA NOTICIAS empresarios que se dedican a la nocturnidad en la ciudad al ser consultados por el tema. "Es verdad. Los jóvenes entre 15 a 22 años viajan casi todos los fines de semana a Esperanza principalmente (a Teos), y también a San Francisco (a Runa) y San Cristóbal (Afrodita) en menor medida", informó una de las fuentes consultadas. Agregando que eso sucede porque "no existen propuestas fijas actualmente en Rafaela (lugares abiertos todos los fines de semana) para ese rango etario". Solamente hay fiestas eventuales, que tienen buena producción pero que son muy pocas al año y la mayoría se realizan al aire libre, por lo cual hay meses del año -sobre todo en invierno- donde casi no existen eventos.
¿Por qué se van estos jóvenes de la ciudad? El principal escollo para que esos jóvenes se queden es la modificación que se le realizó a la ordenanza sobre nocturnidad en el año 2009, mediante la cual se prohibió el ingreso de menores a los boliches. Así lo dice la norma número 4.314 en su artículo 8: "Se prohíbe en estos locales (boliches) el ingreso de personas menores de 18 años de edad. A tales fines será obligación de los titulares de los establecimientos y/o personal dependiente exigir la presentación del Documento Nacional de Identidad a los concurrentes". O en su defecto al artículo 7 de la misma norma, en el cual se indica que si a un lugar se permite el ingreso de menores, no se puede vender alcohol a ninguno de los asistentes directamente, aún cuando éstos sean mayores. Al aprobar esto el Concejo Municipal, pensó que las localidades vecinas a Rafaela también iban a sancionar esta prohibición, cuestión que finalmente nunca ocurrió. Por lo que ciudades como las mencionadas anteriormente ( Esperanza, Sunchales, San Cristóbal, San Francisco) siguen hasta el día de hoy permitiendo el ingreso de menores a los boliches donde se vende alcohol, logrando captar al público que dejó afuera Rafaela. Es decir, que en boliches de otras ciudades los menores pueden entrar, si bien no se les puede vender alcohol, algo prácticamente imposible de controlar por otra parte. Ya sea porque puede haber mayores de edad que lo compren adentro del boliche y luego lo compartan con los menores. O bien porque directamente los mismos menores son quienes lo compran. Ahora bien, en Rafaela tranquilamente puede pasar - y pasa- lo mismo en cumpleaños de 15, casamientos o graduaciones, donde el control respecto al consumo de alcohol en los menores es casi imposible realizarlo.
Situación poco atractiva para invertir
A la ordenanza mencionada, se le suma la situación económica actual que no es la mejor, por lo que aún cuando se modifique la norma local, no avizoran desde el sector de la diversión nocturna "que puedan en el corto plazo existir grandes inversiones por parte de organizadores o propietarios de los lugares nocturnos". "La situación no se presenta para nada atractiva", agregaron. Claro está, que de todas maneras la modificación de la ordenanza ayudaría a generar algo de expectativa a futuro y sería un punto de partida para nuevos proyectos en el tema nocturnidad en Rafaela. "Hay que volver a la ordenanza anterior donde el menor podía ingresar al boliche, de esa manera el comerciante o empresario va a estar más tranquilo para invertir, porque va a poder plantear un proyecto más a largo plazo y no estar dependiendo del secretario o gobierno de turno, si quiere penalizar o no al tema", expresaron desde el sector. A todo este panorama hay que sumarle "un cambio notable" que se viene dando los fines de semana largos en Rafaela: "No queda nadie en la ciudad, todos viajan; ya sea al río a Santa Fe, a Córdoba, a Rosario, etc. Y los grupos (de amigos) quedan desarmados y dejan de salir. La ciudad queda muerta para todos los rubros, incluyendo los bares y boliches. Cuando antes, en esas fechas todos los que vivían afuera volvían a Rafaela a encontrarse con todos los amigos", expresó una de las fuentes consultadas.
Más allá de esta situación compleja, desde el sector de la nocturnidad advierten que luego de la pandemia, los jóvenes volvieron a salir, incluso más que antes del aislamiento, pero muchos lo hacen fuera de la ciudad. Actualmente en Rafaela, existen 3 boliches, 6 bares, 1 o 2 eventos por fin de semana, que pueden absorber entre 4000 y 5000 personas. Pero claro está, que estos lugares de ocio en Rafaela compiten con recitales, festivales provinciales o nacionales, por lo cual la gente no solamente viaja a las localidades más cercanas a divertirse sino también a diferentes puntos del país, lo que afecta la nocturnidad en la ciudad.