En la noche del jueves un hombre de unos 70 años se encontró con dos mujeres que habían pinchado su motocicleta en un camino rural de la localidad de Frontera.
Amablemente, el sujeto accedió a llevarlas hasta el límite de la ciudad de San Francisco, en una estación de servicios. Allí inflaron la rueda y la víctima tomó su rumbo. Instantes más tarde, se dio cuenta que le faltaba el celular.
Investigando, el hombre supo que momentos antes de socorrerlas había pasado un vecino, quien le prestó el teléfono celular para realizar una llamada. A raíz de ello, pudo identificar al destinatario de dicha comunicación, pero hasta el momento no tuvo respuestas.