En diciembre de 1974 José Cohen y Liliana Baronetti eran novios. Estudiantes, ambos se habían conocido en Córdoba, de donde es oriundo José, y tenían un sueño: terminar sus carreras en Estados Unidos. A Liliana sus padres rafaelinos, vinculados a Atlético, le habían regalado un número de la entonces famosa Gran Rifa de las 500 Millas. En la tapa de la rifa estaba el premio mayor: un espectacular Ford Falcon Sprint, de color rojo, uno de los grandes autos argentinos de la época. Tope de gama, ganarse el Falcon Sprint rojo era como tocar el cielo con las manos.
La fortuna estuvo del lado de los Cohen-Baronetti. Obtuvieron el premio mayor y se quedaron con el Falcon Sprint, al que rápidamente "monetizaron", como se diría hoy. Es que el sueño seguía pendiente. La historia llegó incluso a los diarios locales, donde las crónicas de aquél diciembre caliente del '74 contaban el sueño de Liliana y José. En aquél entonces la ciudad apenas se extendía más allá del eje de las avenidas Brasil y Salva y los barrios Villa Dominga, Barranquitas y Guillermo Lehmann eran prácticamente los confines de la ciudad.
Desde el castillo de Foti hacia el Norte el Bv. Lehmann era un amplio callejón de tierra que llevaba a "las 500 Millas". Es que nadie nombraba al autódromo como tal. La pista era sinónimo de 500 Millas. Y parecía tan lejana como los sueños de José y Liliana.
Con el producto de la venta del Falcon rojo tope de gama la pareja efectivamente se fue a Estados Unidos. Y no sólo completaron los estudios. Se quedaron a vivir allí, donde se radicaron en Austin, Texas, y formaron familia. José acaba de finalizar hace algunos días nada más una extensa y prolífica carrera de ginecólogo y ya disfruta de un merecido retiro. Junto a su familia y Laura Baronetti, la hermana de su esposa, actualmente radicada en Santa Fe, son los dueños de los campos ubicados entre los barrios Mora y San José, y el autódromo de Rafaela. Los mismos que ahora forman parte de un ambicioso proyecto: urbanizarlos y que allí se construya el nuevo estadio de fútbol de Atlético de Rafaela.
A José se le nota el acento extranjero, luego de tantos años fuera de Argentina. Lo que nunca olvidó este cordobés que conoció el amor junto a una rafaelina es que una buena parte de su destino se lo debe a aquél Falcon Sprint rojo que ganó con la rifa de las 500 Millas. Por eso luego de estar reunido con los concejales, habló con RAFAELA NOTICIAS y recordó que "Atlético fue una parte primordial para que se cumplieran nuestros sueños. Soy ginecólogo, acabo de retirarme hace un mes y vine a Rafaela porque nuestro interés es desarrollar este proyecto junto a Atlético".
José Cohen destacó que "no sólo es el interés de nuestra familia, y de Laura, la hermana de mi esposa, sino que pienso que también los padres de mi esposa estarían muy felices y orgullosos, porque ellos formaron parte de comisiones directivas de Atlético. Creo que ellos no pensarían en otro destino para esos terrenos que este proyecto, para que el club y la ciudad aprovechen esta oportunidad. Todos tenemos el deseo de que se concrete". Y dejó también su convicción de muchos años: "siempre pensamos que alguna vez el estadio tendría que estar junto al autódromo". Si todo sale bien, así será finalmente.